El Príncipe Eduardo dijo que su padre era el hombre más modesto que había conocido, mientras que La Princesa Beatriz, madre de la segunda bisnieta que el Príncipe Felipe ya no ha podido conocer, recordó el increíble sentido del humor, lo ingenioso y lo rápido que era el Duque de Edimburgo. El Príncipe Harry habló de lo auténtico que era y de cómo echaba de menos su sentido del humor, mientras que Peter Phillips elogió su sentido común. El Príncipe Guillermo comentó que era honesto, directo y práctico.
La Princesa Ana calificó al Príncipe Felipe como un experto en solucionar problemas, lo que señaló que provenía de su complicada infancia. De aquellos años difíciles nunca quiso hablar mucho. La Duquesa de Cornualles reveló que le preguntó por su infancia, pero que él se mantuvo reservado. Camilla Parker hizo saber que tuvo que haber sido muy duro y que tenía que haber sido muy fuerte para superar su difícil infancia: "Mi padre no hablaba mucho de eso. No pudo haber sido fácil. Sus hermanas me contaron algo, pero debe haber sido muy difícil". Eso sí, el Príncipe Carlos señaló que el Duque de Edimburgo le dijo una vez que si hubiera conocido a su padre, a Andrés de Grecia, le hubiera querido mucho. Zara Phillips también tenía curiosidad por aquellos años. Preguntado por Grecia, su abuelo le contó que era tan pequeño que no se acordaba, lo que es cierto, debido a que un año después de nacer, partió al exilio: "Tuvo que mudarse mucho y no sentía ningún lugar como su hogar".
Echando la vista al pasado, aunque no tanto, Zara Phillips comentó que le parecía muy bonito ver fotos de los primeros años de matrimonio de sus abuelos. Sir Timothy Laurence, marido de la Princesa Ana, recordó que sus suegros le habían hablado de su paso por Malta: "Me han hablado de ese período como un momento feliz. La guerra había terminado y tenían las pesadas responsabilidades que vinieron cuando ella se convirtió en reina". Eugenia de York se emocionó al ver fotos de la boda de sus abuelos: "Qué pareja tan guapa. Es increíble verlo y comprobar todo lo que crearon desde ese momento. Han creado un ambiente familiar seguro y lleno de amor. Nos sentimos afortunados de haber tenido esto. Son una de las parejas más importantes que el mundo ha visto y verá, y la abuela ha podido ser la persona que es gracias al apoyo y el amor del abuelo".
En el plano de las anécdotas, el Príncipe Guillermo explicó que su abuelo les engañaba de pequeños cuando hacía barbacoas y les daba un bote de mostaza. Cuando lo tenían sujeto, les apretaba las manos para que la mostaza saliera disparada al techo. A la Reina no le hacía tanta gracia, y aunque intentaron cubrir las manchas, Peter Phillips dijo que algunas siguen por ahí en los techos. La Condesa de Wessex habló de lo mucho que le gustaba a su suegro la cocina y que era admirador de los Hairy Bikers. Las barbacoas eran una especialidad de la casa, y como recuerda el Heredero, prefería tomar siempre el mando él mismo. No hay nada que reprocharle porque siempre salieron bien: "Definitivamente era muy bueno con las barbacoas. Puedo decir con seguridad que nunca ha habido un caso de intoxicación alimentaria en la familia atribuido al Duque de Edimburgo".
Lo que pasó en Escocia
Si bien el Príncipe Carlos no tuvo unos padres afectuosos, recordó que como sus progenitores eran muy jóvenes solían divertirse mucho y que el Príncipe Felipe siempre estaba organizando juegos. También recordó cómo fue su última conversación con el Duque de Edimburgo, que trató sobre la celebración de su centenario. Por su parte, el Duque de Sussex, que recordó lo que le dijo su abuelo cuando fue a Afganistán, dio cuenta de lo mucho que su abuela le echa de menos, aunque también sabe que es fuerte. Además, habló con cariño de su historia de amor: "Eran la pareja más adorable". La Princesa Eugenia, que se emocionó al recordar que tuvo la suerte de poder presentar a su hijo August Philip Hawke al Duque de Edumburgo, desveló que como regalo de bodas le había obsequiado con un cuadro pintado por él mismo, un presente que guarda con mucho cariño.
Una de las anécdotas más curiosas fue contada por el Príncipe Guillermo, que se acordó de un viaje en coche por Escocia. Se encontraron con jóvenes participantes del Premio Duque de Edimburgo. El Príncipe Felipe paró, bajó la ventanilla y les pregunto que qué tal estaban, a lo que uno de ellos contestó: "Piérdete, abuelo". Lejos de tomárselo mal, el Duque de Edimburgo subió la ventanilla y con una sonrisa dijo: "¡Los jóvenes de hoy!".