Tras la tempestad, llegó la calma. Después del escándalo que supuso el desplante público de la Reina Letizia a la Reina Sofía en la Misa de Pascua en Palma, tocó hacer algún gesto, y fueron dos. El sábado 7 de abril, los Reyes Felipe y Letizia visitaron al Rey Juan Carlos una vez fue operado de la rodilla derecha en el Hospital Universitario la Moraleja.
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La Reina Sofía caminando de la mano de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía en la puerta del hospitalDoña Letizia abrió la puerta a su suegra, caminó detrás de ella y se mostró amable y cómplice con ella. Al día siguiente a las 14:00 horas, aparecieron también la Princesa Leonor y la Infanta Sofia, que cogieron de la mano a su abuela para mostrar al mundo entero que hay buena relación.
Cariño a su abuela
Esa tarde, la Reina Sofía abandonó el hospital después de haber pasado 3:40 horas con el Rey Juan Carlos. Le acompañaron la Infanta Elena y sus hijos, Felipe y Victoria de Marichalar, que pasaron por el centro médico después de comer para ver la evolución de su padre y abuelo. La relación entre el Rey Emérito y la Duquesa de Lugo es muy íntima, y se ha extendido a sus vástagos de esta, por lo que era lógico que aparecieran.
Al salir se vio una escena con la que se dio una lección a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, o mejor dicho a los Reyes Felipe y Letizia. Después de que la Reina Sofía preguntara a los periodistas que si habían comido (la respuesta fue afirmativa), la Reina Emérita se encaminó hacia el coche, cogiendo a su nieto Froilán del brazo.
En un gesto espontáneo, Victoria de Marichalar agarró del brazo a su abuela con todo el cariño y posaron juntos y muy sonrientes. Quizás la escena fue estudiada, pero resultó más natural que con la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía.
La Reina Sofía, la Infanta Elena, Froilán y Victoria Federica tras visitar al Rey Juan Carlos en elUna vez junto a los coches, la Reina Sofía dijo adiós a su primogénita y a sus nietos, a los que besó con todo el cariño. La Duquesa de Lugo hizo la reverencia a la Reina Sofía, algo que repitió su nieta. La Reina Sofía se marchó a La Zarzuela radiante y feliz, al menos eso dejó ver en su rostro, lo que sienta realmente queda para ella.
