TRAGEDIA

Erika Ortiz Rocasolano, la muerte que provocó las lágrimas públicas de Letizia y el enfrentamiento familiar

La trágica muerte de Erika Ortiz con solo 31 años destrozó a Doña Letizia, que embarazada de más de 6 meses tuvo que enfrentarse al mayor dolor de su vida.

Bekia 07 Febrero 2017 en Bekia

Galería: Funeral de Erika Ortiz, hermana de la Reina Letizia

El 7 de febrero de 2007, España amanecía un día más con sus problemas habituales. En el ámbito político, Zapatero estaba a punto de cumplir 3 años de Gobierno, y todavía le quedaba una legislatura más, aunque eso todavía nadie lo sabía. En lo económico, el país comenzaba a ver los primeros síntomas de una crisis económica que una década después, todavía da coletazos. Para la Familia Real estaba comenzando un año terrible, el primer annus horribilis de los varios que le ha tocado vivir a la dinastía que reina en España.

Ese 7 de febrero de 2007 ocurrió algo que quizás su familia podía llegar a pensar, pero jamás el común de los ciudadanos, que se sorprendieron y/o sobrecogieron al enterarse de que la hermana pequeña de la entonces Princesa de Asturias había muerto de forma inesperada. Tenía solo 31 años y dejaba huérfana de madre a una niña de 6 años, nacida fruto de su fallida relación con Antonio Vigo.

La noticia saltó a todos los medios enseguida. A sus 31 años, Erika Ortiz Rocasolano había sido encontrada muerta en extrañas circunstancias en su casa, el domicilio del número 40 de la calle de la Ladera de los Almendros de Valdebernardo (Madrid) que le había dejado Doña Letizia cuando se mudo al Palacio de La Zarzuela. La asturiana había pedido un permiso de dos días en su trabajo, la productora Globomedia, por lo que nadie la echó en falta en su trabajo.

El cuerpo sin vida de la hermana de la esposa de Felipe VI fue encontrada sobre la cama de la habitación en la que dormía a las 11:00 horas por su pareja. Cuando falleció, estaba sola, y en el cuarto se encontraron un bote de pastillas vacío y notas escritas a mano digiridas a su familia. Fueron cinco las misivas, una para su padre, Jesús Ortiz, otra para su madre, Paloma Rocasolano, otra para cada una de sus hermanas, Letizia y Telma, y la última para Antonio Vigo, padre de su hija Carla y quien fue el amor de su vida pese a su ruptura. La joven sufría ansiedad y estrés, estaba en tratamiento por ello e incluso había llegado a pedir la baja laboral. Por todo ello, no tardó en barajarse la hipótesis del suicidio, que fue confirmado tras serle practicada la autopsia. Así, la causa de la muerte fue la ingesta masiva de pastillas, lo que le provocó una parada cardiorrespiratoria.

Reverencias, abrazos, pésames y un enfrentamiento

La Casa del Rey no quiso hacer declaraciones institucionales al no tratarse de un miembro de la Familia Real, aunque sí hizo piña con Doña Letizia en el triste funeral de Erika Ortiz. Dos días después de encontrar el cuerpo sin vida, su cuerpo fue incinerado en el tanatorio de La Paz de Alcobendas tras una pequeña ceremonia que ofició el capellán de La Zarzuela, Serafín Sedano.

Hasta allí llegaron los entonces Príncipes de Asturias, acompañados por Paloma y Francisco Rocasolano, madre y abuelo respectivamente de la fallecida. Cerca iban Jesús Ortiz con su esposa, Ana Togores y su madre, Menchu Álvarez del Valle. Otros de los asistentes fueron Henar Ortiz, tía de Erika, así Antonio Vigo, el padre de su hija, y Roberto García, el que era su actual pareja y quien encontró su cuerpo inerte.

También acudieron el Rey Juan Carlos, la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, así como la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, que arroparon a los Ortiz Rocasolano. La Reina Sofía no pudo llegar a tiempo de su viaje de cooperación en Indonesia, donde recibió la noticia y quedó terriblemente impactada, poniendo rumbo a España de inmediato.

Lo mismo hizo la hermana de la difunta, Telma Ortiz, que en el momento del deceso se encontraba en Filipinas trabajando para la Agencia Española de Cooperación Internacional. Las cámaras pudieron captar cómo Doña Letizia hizo una reverencia a su suegro con los ojos llorosos, cómo se abrazó a Iñaki Urdangarín y cómo fue consolada por la Infanta Cristina, con la que rompió a llorar finalmente.

Las escenas vividas en el interior del edificio quedarán solo para quienes las vivieron o fueron testigos. David Rocasolano, primo de la fallecida, recuerda en su libro 'Adiós princesa' que Antonio Vigo, padre de la hija de Erika Ortiz, se encaró con el Rey Juan Carlos y le echó la culpa de lo que había ocurrido. Esta es la única versión que se tiene, y que la otra parte, evidentemente, jamás va a confirmarla o a desmentirla, al menos públicamente.

Lo que sí se vio es a Doña Letizia abatida junto al entonces Príncipe de Asturias dirigiéndose hacia la prensa congregada mientras diluviaba para decir: "Muchas gracias a todas las personas que se han sentido apenadas por la muerte de mi hermana pequeña". Tras pronunciar estas últimas palabras se vino abajo y rompió a llorar, momento que aprovechó Don Felipe para finalizar con otro agradecimiento: "Gracias a todos por la comprensión, y sentimos el remojón que estáis sufriendo".

Una vez que tanto Telma Ortiz como la Reina Sofía llegaron a España, se celebró un funeral por el descanso eterno de Erika. El responso tuvo lugar en la parroquia de Nuestra Señora la Anunciación de Prado de Somosaguas, en Pozuelo de Alarcón. La por aquel tiempo Princesa de Asturias pensó entonces en la hija que tenía en La Zarzuela, Leonor, y en la vida que llevaba en su vientre, pues estaba embarazada de poco más de seis meses. En medio del dolor tuvo que encontrar la manera de salir adelante.

En esta noticia

Reina LetiziaRealeza

Henar OrtizEmpresaria

Telma Ortiz

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Infanta CristinaRealeza

Felipe de MarichalarRealeza

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Reina SofíaRealeza

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