Hay costumbres y tradiciones regias que son inamovibles, pero otras van cambiando conforme pasa el tiempo o en función de lo que ocurran. Así, el Caso Urdangarin provocó que Felipe VI dictaminara que los miembros de la Familia Real no puedan trabajar en el sector privado, así que la Infanta Sofía no podrá combinar una carrera profesional propia con el servicio a la Corona, y salvo sorpresa, dedicará su vida al servicio a la Monarquía y a España.
En el caso de Reino Unido, lo que pasó con el Príncipe Harry, su abandono de la Casa Real Británica y todo lo que ocurrió antes, durante y después, con ruptura familiar incluida, ha hecho poner el foco en la siguiente generación, en los hijos del Príncipe Guillermo y Kate Middleton.
El Príncipe George es el futuro heredero, el 'heir', y sus hermanos, la Princesa Charlotte y el Príncipe Louis, pero sobre todo ella, que es la segunda hija, los respuestos, los spares, como el Duque de Sussex. El Príncipe Harry expresó en su biografía la insatisfacción que sintió como repuesto. De hecho, aunque en español el libro se llamó 'En la sombra', en inglés fue 'Spare', lo que dejó claro por dónde iban los tiros.

" Yo era la sombra, el apoyo, el plan B. Nací en el mundo por si algo le pasaba a Willy. Mi familia me había declarado nulo. El spare. No me quejé, pero tampoco necesitaba darle vueltas", fueron algunas de las palabras que expresó sobre el hecho de ser el repuesto. Y bien aunque royals han llevado bien o incluso han preferido ser los segundos, a él le generó tensión y rivalidad con el Príncipe Guillermo.
Y esto genera tensión e inquietud para el Príncipe y la Princesa de Gales, que por nada del mundo querrían que sus hijos pasen por lo mismo por lo que pasaron los vástagos de Carlos III, y menos que las cosas terminen de igual forma. De este modo, tienen un plan para proteger a sus hijos, y en especial a la 'repuesto', a la Princesa Charlotte, para que gestione bien lo de ser la 'segundona' de la Familia Real Británica.
Sobre este tema habló con People Robert Hardman, biógrafo real autor de libros como 'Isabel II: Vida de una reina', por cuya publicación concedió una entrevista a Bekia, y de 'The Making of a King: King Charles III and the Modern Monarchy'. " La difunta Reina Isabel siempre fue muy consciente de ese papel extraordinario y desafiante del número 2. Por eso tenía un cariño especial por su hermana Margarita, por su hijo Andrés y por su nieto Harry. Comprendía que ocupar un segundo plano en una familia e institución estrictamente jerárquicas tiene sus desafíos. Todo el mundo lo sabe".
En ese sentido, esa preocupación también está muy presente en el Príncipe Guillermo, que trabaja para que su hija no lleve mal ser la número 2, que no se sienta solo como un mero recambio, y para que no vuelva a suceder lo que pasó con el Príncipe Harry. De acuerdo con Robert Hardman, el Príncipe de Gales es consciente de que su principal labor no es solo prepararse para reinar, "sino hacer que toda la vida royal sea accesible y no atemorizante para todos sus hijos".
Además, para los Príncipes de Gales ha sido y es fundamental que sus tres hijos tengan una infancia lo más normal posible, a lo que han ayudado mucho los Middleton, pero manteniendo el equilibrio con lo que supone ser miembro de la Familia Real Británica. Es decir, que nunca olviden quiénes son y lo que les espera en el futuro a cada uno de ellos, pero que al mismo tiempo no sea una carga insoportable.
La Princesa Ana, un modelo a seguir para Charlotte
Y centrados en la Princesa Charlotte, que hizo historia al ser la primera mujer de la Familia Real Británica en no perder su lugar en la línea de sucesión tras el nacimiento de un hermano varón menor, su enfoque es que no sienta que es solo un repuesto. De hecho, para lograrlo están educando de igual forma a sus tres hijos, aunque dejando claro también que quien está llamado a reinar es el Príncipe George, y que el papel de sus hermanos será diferente, pero también importante.

En el caso de la Princesa Charlotte, podría recibir la dignidad de Princesa Real tras la muerte de su tía abuela, la Princesa Ana, que es perfectamente un modelo a seguir para Charlotte, un ejemplo de princesa no heredera del que podrían haber aprendido el Príncipe Andrés y el Príncipe Harry, y que nunca se ha sentido un mero repuesto. Su futuro pasa por encontrar su propio camino dentro de la Casa Real Británica y ser un activo para los reinados de su padre y de su hermano cuando llegue el momento.