Nacho Gay: "El Rey Juan Carlos prometió que trataría bien a Urdangarin con una condición. Uno cumplió, el otro no pudo"

Hace tanto tiempo que Iñaki Urdangarin dejó de ser el yerno y cuñado perfecto que parece que casi todo el mundo ha olvidado que lo fue, incluso él mismo. El padre ideal, el marido soñado por la Infanta Cristina, el hombre definido por la Reina Sofía como "bueno, bueno, bueno, buenísimo", descendió a los infiernos cuando estalló el Caso Nóos. Dos exilios, un juicio, una condena y un paso por la cárcel cambiaron para siempre a este exjugador de balonmano que terminó rompiendo con todo (o casi todo), para poder volver a ser feliz, o al menos para intentarlo.

El periodista Nacho Gay repasa en su libro 'Urdangarin. Relato de un naufragio' (La Esfera de los Libros), cómo fue la estancia de Iñaki Urdangarin en la cárcel de Brieva, cómo se produjo aquella pillada con Ainhoa Armentia en una playa de Francia o cómo su matrimonio con la Infanta Cristina se fue derrumbando mucho antes de aquellas fotos, aunque Cristina de Borbón pensara que todo volvería a ser como había sido en los buenos tiempos. De todo ello y más nos habla el autor en esta entrevista.

Nacho Gay con su libro 'Urdangarin. Relato de un naufragio'

Bekia: ¿Cómo surgió este libro?

Nacho Gay : La idea no fue mía. La editorial me lo propuso en tres ocasiones y tres ocasiones me negué a hacerlo. Pero a medida que pasaba el tiempo y me llamaban para convencerme, me iba autoconvenciendo yo mismo de que era un personaje que era perfecto para escribir mi primer libro, fundamentalmente porque Iñaki Urdangarin es un personaje de cine clásico (y yo antes crítico de cine), por la evolución que experimenta. Me dijo que quizás era el personaje perfecto para iniciarme en la literatura y lo hice.

B: ¿Por qué te negabas?

N.G: Lo primero porque escribir un libro es una gran responsabilidad. Es un libro que mezcla el trabajo periodístico, que es un trabajo de campo de unos cuantos meses buscando fuentes y entrevistándolas, recorriendo ciertos lugares que había pisado Urdangarin, lo que lleva mucho tiempo. Luego hay que narrarlo muy bien e implica un trabajo de redacción de meses y un sacrificio personal bastante grande y no sabía si quería enfrentarme a esa responsabilidad. Toda mi vida he pensado que tenía que escribir un libro, y sabía que lo iba a hacer, pero nunca veía el momento. Ahora no me arrepiento para nada de haberlo hecho.

B: Además no es lo mismo debutar con una novela de ficción, aunque tampoco sea fácil, que contando los avatares de un personaje como Iñaki Urdangarin y más con todo lo que ha vivido

N.G: En el libro quería mezclar todo lo que me gusta y todo lo que sé hacer. Yo soy director de Vanitatis, que es moda, es belleza, es celebrities, es Casa Real, por tanto Iñaki Urdangarin pertenece a las temáticas que llevamos. Yo soy cine porque durante mucho tiempo he sido crítico de cine, y además de estudiar periodismo estudié comunicación audiovisual y me encanta, es mi gran pasión. Y yo soy literatura, y el que más me gusta, que es una literatura muy periodística, es Truman Capote, y mi novela favorita es 'A sangre fría'. Quería unir todo esto que me apasionaba y lo hice en este libro. Al final haciendo un relato de la vida de Iñaki Urdangarin también estaba escribiendo la evolución de un personaje de cine clásico, y también de alguna manera estaba haciendo un trabajo periodístico, pero de manera literaria, porque hay una narrativa literaria en el libro con la referencia siempre de Truman Capote en la cabeza.

Iñaki Urdangarin en el aeropuerto antes de su entrada en prisión

B: Uno de los lugares que recorre la novela es Brieva, centro penitenciario en el que Urdangarin cumplió condena. ¿Fue privilegiada su estancia en la cárcel?

N.G: Sí, podría decir que fue privilegiada, aunque de una manera medianamente justificada por las circunstancias. Era un hombre en una cárcel de mujeres y eso obligaba a estar en un módulo solo, y por lo tanto disfrutar de todos los espacios del módulo solo, y también de los compartidos. Era solo para Urdangarin, porque era el único. Parecía que vivía en unas condiciones mejores que las de cualquier otro, pero estaban justificadas por cuestiones logísticas, pero también de seguridad. Urdangarin no era un preso cualquiera, era el cuñado del Rey de España y había que tener mucho cuidado. Era un preso al que había que proteger de una forma muy especial. No es el único caso que ha habido, ni el único en el que se han activado este tipo de protocolos. Por lo tanto, por ese tipo de cuestiones, por supuesto que vivió en unas condiciones en las que los presos comunes no suelen vivir.

B: ¿Qué fue lo que más te impactó de todo lo que averiguaste para el libro?

N.G: Fue la evolución que tiene Iñaki Urdangarin. Las prebendas que tenía en la cárcel, aunque algunas ya las imaginaba, aunque irlas constatando me pareció maravilloso, pero fundamentalmente la evolución que sufrió este personaje de manera muy humana, descrita por las personas que vivieron esa caída en la cárcel hasta prácticamente la depresión. Me resultó una historia humana muy interesante que contar. No es que empatizase con el personaje, ni que quiera que el lector empatice con él. Lo que sí quería contar son los claros y los oscuros de esta historia, es decir, no comenzar a escribir un libro, como se han escrito tantos otros, o una crónica o un reportaje de Iñaki Urdangarin desde un prisma inicial de condena por todo lo que ha hecho. A mí me interesaba mucho más comprender por qué había actuado así, qué le había llevado hasta ahí, qué vivió después... Ver cómo esas personas que compartieron espacio carcelario con él me narraban ese hundimiento constante del personaje desde el punto de vista psicológico fue lo que más me sorprendió y lo que más me gustó trabajar.

B: Urdangarin se compara en el libro con Jesucristo y cómo se le dejó preso a él y se liberó a Barrabás. ¿Es una metáfora para expresar que él era inocente y pagó y que el Rey Juan Carlos era Barrabás?

N.G: Hay algunas cosas que están ficcionadas en el libro, pero sí que es cierto que Iñaki Urdangarin leía mucho la Biblia junto con el párroco que le acompañaba en prisión y que fue su máximo consejero, el padre Chuchi, y también utilizaba algunas veces algunas referencias de la propia Biblia o algunas frases con segundas intenciones para referirse a algunas cosas que le habían pasado en la vida y para justificarlas un poco. Nunca era demasiado claro, en la condena a la Casa Real, en echar balones fuera, en intentar buscar la justificación de una responsabilidad compartida, pero siempre lo dejaba caer.

Nacho Gay, autor de 'Urdangarin. Relato de un naufragio'

B: ¿Pensaba que habían pagado justos por pecadores?

N.G: Yo no digo que Iñaki Urdangarin haya sido un juguete roto, pero sí que digo que Iñaki Urdangarin es ese tipo que va corriendo en los Sanfermines con un montón de gente y de repente se da la vuelta y está él solo con los toros. Y esto es lo que le ha pasado.

B: ¿Qué prometió el Rey Juan Carlos a Iñaki Urdangarin cuando saliera de prisión que no ha cumplido?

N.G: Le prometió que le iba a tratar bastante bien. El Rey Juan Carlos ofreció a Urdangarin ocuparse de la defensa del Caso Nóos a través de abogados que buscase el propio Rey Juan Carlos. La condición fundamental era que no vinculase con el Caso Nóos nunca ni a la Infanta Cristina ni a la Casa Real. Iñaki Urdangarin se negó para no sentirse más desprotegido de lo que ya se sentía. Aun así, por el hecho de 'portarse bien' en el juicio, en el sentido de que él asumió gran parte de la culpa, no vinculó a nadie más. Se le dijo que en todo momento se le ayudaría de alguna manera a que la cárcel fuese un periodo lo menos lastimoso para él y que a la salida de la cárcel pudiera reinsertarse de la mejor manera posible. Pero cuando esto sucedió y salió de la cárcel, el Rey Juan Carlos ya estaba desterrado y no fue de gran ayuda a la hora de buscar un trabajo, de demostrar arraigo. Fue la familia de Iñaki Urdangarin quien le tuvo que buscar el trabajo en Imaz & Asociados, el despacho en el que acabaría conociendo a Ainhoa Armentia.

B: ¿Iñaki Urdangarin ha aceptado sus errores?

N.G: Sin más remedio. Es consciente de muchos de ellos. Ha pedido perdón por ellos en la cárcel, incluso desde un punto de vista religioso, pero también es cierto que cree que ha pagado los platos rotos de otros y está absolutamente convencido. Pero de su parte está arrepentido y lo ha pasado muy mal por su familia, por su madre, por sus hijos y ha pasado unos años muy negativos, por lo tanto, claro que está arrepentido. Pero ha cumplido. La Audiencia de Palma le condenó que el Supremo redujo un poco, pero ratificó, y él ha cumplido y por lo tanto está exonerado.

La Infanta Cristina, Iñaki Urdangarín y el Rey Juan Carlos

B: ¿Y eso de que al salir de la cárcel a Urdangarin le tenían que pagar hasta los cafés?

N.G: No, no lo creo. Iñaki Urdangarin no ha tenido problemas económicos en su vida y ahora tampoco. Además, hay que tener en cuenta que la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin acumularon muchísimo dinero durante los años en los que el matrimonio iba bien. Solo hay que recordar que tenía un sueldo absolutamente descomunal cuando se fue a trabajar para Telefónica a Estados Unidos. Le pagaban la casa, el colegio de los hijos, los aviones de ida y de vuelta. Todo estaba pagado y el sueldo era muchísimo dinero. Es imposible que todo ese dinero se haya esfumado, pero hay cosas que no se pueden demostrar y nosotros somos periodistas, así que esto es un condicional.

B: Los primos de la Infanta Cristina llaman manipulador a Iñaki Urdangarin. ¿Es Iñaki Urdangarin un manipulador?

N.G: Iñaki Urdangarin era mucho más cariñoso, más tocón y más sensible que la Infanta Cristina en la relación de pareja a ojos de todo el mundo que les ha visto relacionarse. Pero sí que es cierto que muchos familiares y amigos consideran que la Infanta Cristina ha sido una dependiente emocional de Iñaki Urdangarin porque él es un gran encantador de serpientes, algo que demostró también en el Caso Nóos. Es un gran encantador de serpientes en general, también con las mujeres. Y la Infanta Cristina ha estado muy enamorada de Iñaki Urdangarin, probablemente cegada.

B: Urdangarin mantiene que nunca fue infiel a la Infanta Cristina... hasta Ainhoa Armentia

N.G: Él lo ha mantenido siempre. Incluso en la cárcel lo dijo en varias ocasiones. Esta afirmación es poco creíble, pero él lo ha dicho siempre y defiende que no ha sido desleal a la Infanta Cristina.

B: En el libro relatas que Urdangarin estaba decepcionado con la Infanta Cristina como esposa. ¿Lo estaba ella también con él?

N.G: En algunas ocasiones. Con las situaciones que vivieron desde que estalló el Caso Nóos, e incluso años antes de que estallara porque se les manda a vivir a Estados Unidos porque la Casa Real sabía que iba a estallar el escándalo. Ya ellos, cuando están haciendo las cajas de mudanza en su casa de Pedralbes, en ese momento en el que no había salido nada, sabían que todo iba a salir, y por lo tanto han vivido muchísimos años de tensiones permanente en esa casa. Han sido perseguidos por la justicia, imputados, desimputados, él condenado, luego a la cárcel. Esa situación, sumado a la presión de la Casa Real, la social y la periodística, evidentemente destroza un matrimonio. Cuando Iñaki Urdangarin entró en la cárcel, su matrimonio con la Infanta Cristina estaba en el peor momento.

La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin enamorados y cogidos de la mano en Washington

B: ¿Ese matrimonio hubiera terminado antes o después aunque no hubiese entrado en escena Ainhoa Armentia?

N.G: Sí. Yo creo que Urdangarin sale convencido de la cárcel de que necesita romper con todo su pasado para iniciar una nueva vida y tener otra oportunidad, porque si no iba a ser siempre el ex Duque de Palma, el señor que está casado con la Infanta, el señor que robó en España... ¿Cómo escapar a toda esa sombra y todo ese acoso mediático? Tenía que romper con todo, incluida la Infanta Cristina. Lo hubiese hecho en cualquier otro momento, aunque no hubiese conocido a Ainhoa.

B: Eso que se vendió del futuro en el que la Infanta se veía viviendo con Urdangarin en Ginebra cuando saliera de la cárcel, juntos de nuevo, que no se podía esperar lo que pasó con Iñaki... ¿qué hay de verdad ahí?

N.G: Nunca se sabe, pero sí creo que la Infanta Cristina quería continuar su matrimonio. Para ella era para toda la vida. Además es una persona ultrarreligiosa y hubiese seguido con él. Ella tenía la esperanza y no creo que se esperase jamás una traición de esas características después de todo lo que había soportado ella, como las presiones de Casa Real para que se divorciara y tantas cosas. Ella no se esperaba para nada una reacción así de Iñaki.

B: Si estaba decidido a romper con esa vida anterior, tenía la intuición de que en aquella playa del País Vasco Francés le habían fotografiado con Ainhoa Armentia y sabía que alguna vez tendría que ocurrir. ¿Por qué no se adelantó para al menos contárselo a sus hijos? El bombazo no hubiera sido tan fuerte si él hubiera hablado con su familia.

N.G: Urdangarin fue consciente de que le estaban haciendo esas fotografías, pero dudó de si verdaderamente iban a salir. Había vivido durante mucho tiempo en una paranoia tras perseguido por todo y por todos y dudó. Se ahorró explicaciones hasta saber que efectivamente era necesario darlas. Siempre tuvo la esperanza de poder seguir ocultándolo un tiempo más. Al final llevaba meses quedando con esa chica y nunca se le había pillado. En principio no tenía por qué dudar de que la historia pudiese seguir oculta.

La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin paseando por Barcelona

B: Llega el divorcio. ¿Qué hay de cierto en esas cantidades que se manejan?

N.G: Yo creo que nada, pero el tiempo lo dirá. En su caso el divorcio es papel mojado porque en junio de 2023 Irene Urdangarin cumple 18 años y no tienen nada que repartirse a nivel económico porque en principio no tienen nada, o casi nada, que negociar. Todos los hijos son mayores de 18 años y por tanto son propietarios de sus vidas. No habrá custodias ni nada. Si tuviesen que tener una negociación sobre cualquier cuestión económica sobre la que no fuéramos conscientes, creo que no se haría delante de un juez, sino delante de un notario en un proceso privado.

B: Se entiende que la Infanta Cristina será generosa a nivel económico con Iñaki Urdangarin de algún modo

N.G: Puede que no sea necesario, que con 'repartir peras' esté listo.

B: ¿La Infanta se queda en Ginebra?

N.G: En principio sí, pero nunca se sabe porque Cristina ha ido restituyendo su imagen de Infanta en España. Acude a actos, sonríe, acude a bodas, viaja mucho a Barcelona por su vinculación con LaCaixa y para ver a su hijo. Cada vez es más habitual la presencia de la Infanta Cristina y cada vez molesta menos porque hace mucho tiempo que fue imputada, que su marido pasó por la cárcel, se ha separado... Podría venir a vivir a España. Si no viene tendrá otras razones probablemente más económicas que otra cosa.

B: Se dice, se comenta que tiene novio en Barcelona

N.G: Creo que no, que se han exagerado ciertas cosas, pero estas cosas sentimentales son muy difíciles porque la Infanta Cristina solo se mueve en Barcelona o por hoteles, de carácter obviamente privado, o por casas de amigos de alta sociedad, de la burguesía barcelonesa, y evidentemente siempre con una intimidad muy cerrada. Puede haber surgido alguna chispa con alguna amistad, pero un romance, una pareja estable, lo dudo bastante, y las personas que conocen a la Infanta, también.

Iñaki Urdangarin y Pablo Urdangarin dándose un abrazo en Zarautz

B: ¿Cómo es la relación de Urdangarin con sus hijos?

N.G: Durante algunos años, sobre todo con el mayor, con Juan, y con la pequeña, Irene, por razones distintas. Con Irene porque probablemente se perdió en la cárcel los años más importantes de su adolescencia y eso al final unió a Irene mucho con su madre y un poquito menos a su padre. Y con Juan porque fue el más maltratado, porque era el mayor, por toda esta historia, este juicio mediático, esta presión que sufrieron en Barcelona cuando volvieron de Washington. Juan fue el que más sufrió, incluso algún ataque físico en el Club de Tenis Barcelona con niños que le perseguían, le llamaban chorizo por lo que hacía su padre, que le tiraban pelotas de tenis a la cabeza. Ellos tenían ciertos rencores o ciertas cosas que limar con su padre, pero poco a poco lo han ido haciendo. Y ahora Iñaki tiene una relación mucho más sana con sus hijos. Pero eso no evita que en la mente de esos niños ese referente haya pasado por la cárcel y haya puesto los cuernos a su madre. Esto no lo puedes borrar de tu mente por mucho que sea tu padre.

B: ¿Acabará ese veto de la Infanta Cristina a Ainhoa Armentia para que no conozca a sus hijos?

N.G: No es que sea un veto, es más un pacto familiar global. Al final esos chavales también han participado de esta decisión. Creo que una foto de ellos con Ainhoa Armentia hubiese provocado un proceso de rehumillación de la Infanta Cristina. Una señora que su marido ha estado en la cárcel, el marido le pone los cuernos y ahora sus hijos se relacionan con esa otra señora... Y además es una Infanta de España. Habría provocado demasiados titulares. Quizás con el tiempo y la normalidad, todo tiene más sentido.

B: ¿Alegró a los Reyes Felipe y Letizia ver la pillada a Urdangarin o fue como 'lo que nos faltaba'?

N.G: Un poco de las dos cosas. En Casa Real nunca dejarán de sorprenderse y decir ¿otra vez? ¡Esto no puede ser! Pero luego bien mirado era un regalo del cielo que Iñaki Urdangarin se desvinculase total y absolutamente de la familia para siempre porque es un tipo que ha pasado por la cárcel y es un hombre que podía seguir dando disgustos o fisurar la imagen de la Familia Real en el futuro. De esta manera era quitarse un escollo de encima.

La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin con los Reyes Felipe y Letizia

B: De todos modos, se supone que Urdangarin no va hablar...

N.G: Eso nunca se sabe, pero en principio yo creo que no. Le han ofrecido dinero, libros, documentales, y yo creo que su silencio siempre va a ser mejor pagado que su verborrea. Pero la vida es muy larga y quién sabe en el futuro. Hay hijos, hay dinero, pero nunca se sabe. De repente todo puede estallar en el futuro. No puedo afirmar que esté callado toda la vida.

B: ¿Por qué acabaron tan mal la Reina Letizia y la Infanta Cristina ya antes del Caso Nóos?

N.G: Cuando Letizia llegó a la Casa Real se sintió un poco rechazada por casi toda la Familia Real, menos por el Rey Felipe, claro. Pero se sintió siempre desplazada. Puede que en parte fuera culpa suya porque tuviese poco ánimo de integración, y puede que al final una familia que está ya cerrada y que tiene unos hábitos, pero no fue una muy buena relación. Menos en los primeros compases de la relación, Letizia y las Infantas Elena y Cristina nunca se han llevado bien, nunca ha tenido una buena relación de cuñadas, jamás. Salvo al principio, todo lo demás han sido situaciones frías o relaciones prácticamente inexistentes y obligadas. Pero a partir de ahí se va enfriando la relación. En Casa Real tenían más información antes de que saliese el Caso Nóos, y por lo tanto ya sabían que iban a dar muchos problemas a la Monarquía.

B: ¿Cómo se llevan los Reyes Felipe y Letizia con sus sobrinos Urdangarin?

N.G: Apenas han tenido relación. Esos niños cuando eran más pequeños han pasado algunas temporadas en el Palacio de La Zarzuela, pero pocas, en Marivent, en verano, y coincidían a veces con Felipe y Letizia, pero la relación era poco fluida y ahora cada uno está en una parte del mundo y la relación sigue siendo poco fluida. Felipe y Letizia apenas tienen contacto con los hijos de la Infanta Elena y los de la Infanta Cristina. A veces sí, por ejemplo la Navidad de 2022 la pasaron en La Zarzuela prácticamente todos juntos. Pero esta es la relación que se tiene de Navidad, algún cumpleaños... la relación que tiene mucha gente con su familia. Pero cercanía, nunca. Se han llevado bien a veces por cuestión de edad Irene Urdangarin con la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Se han llevado mejor. Pero en realidad son los hijos de la Infanta Elena y de la Infanta Cristina los que tienen más relación. La Princesa Leonor y la Infanta Sofía siempre han estado más apartadas de sus primos. La relación que sí que es verdaderamente muy fluida entre primos es la de Froilán y Victoria Federica con los hijos de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.

B: ¿Felipe VI y la Infanta Cristina se llevan mejor de lo que nos hacen ver y creer?

N.G: Han tenido muchos problemas y de hecho se han dejado de hablar durante muchas temporadas, pero sí que es cierto que también se han ido reconciliando y que Felipe VI tiene una relación con su hermana. Es fría todavía, pero lo ha sido mucho más en el pasado. Felipe tenía la responsabilidad de la Corona sobre su cabeza y evidentemente había una relación de hermanos, pero también tenía que trabajar por la Institución y a veces la Infanta Cristina se ha sentido muy decepcionada con su hermano. Creo que la relación de Letizia con Cristina, siempre ha sido Letizia la más decepcionada, pero en la de Felipe con Cristina, siempre ha sido Cristina la más decepcionada porque no ha entendido que apostase más por la Institución que por la familia.