Los Duques de Cambridge acompañaron a sus tres hijos a su primer día en su nuevo colegio, donde el Príncipe Louis ya hizo de las suyas.
Llegó el gran día para los hijos de los Duques de Cambridge. El Príncipe George, la Princesa Charlotte y el Príncipe Louis tuvieron una vuelta al cole muy especial por dos motivos. El primero de ellos es porque empiezan en un nuevo centro, Lambrook School. El segundo, porque por primera vez han ido los tres hermanos juntos. El Príncipe Guillermo y Kate Middleton recorrieron con sus hijos los poco más de 11 kilómetros que existen entre la residencia que han estrenado esta temporada, Adelaide Cottage, y el centro escolar, para este primer día en el que los Cambridge tienen por costumbre que sea público y que por tanto haya prensa para inmortalizar la vuelta al cole.
El Príncipe Guillermo llevaba de la mano a la Princesa Charlotte, vestida con un uniforme de cuadros azules y blancos. Por su parte, Kate Middleton tomó de la mano a sus hijos varones, el Príncipe George y el Príncipe Louis, ambos vestidos con el uniforme de verano masculino de Lambrook School. Hasta ahí, todo correcto. Sin embargo, al principio del paseo público de los Cambridge se produjo un llamativo detalle que muestra lo travieso que sigue siendo el Príncipe Louis. El Duque de Cambridge trató de que su hijo menor le diera también la mano, y así ir los cinco agarrados. No lo consiguió. El Príncipe Louis pensó que con darle la mano a su madre ya era suficiente, y si bien el Príncipe Guillermo lo intentó, finalmente desistió y acarició con cariño la cabeza del pequeño.
Los tres Cambridge estaban emocionados ante este primer día de colegio, un sentimiento que a buen seguro comparten el Príncipe Guillermo y Kate Middleton, aunque por otros motivos. Los cinco miembros de la Familia Real Británica fueron recibidos por el director del colegio, Jonathan Perry, que les dio la bienvenida y comentó el placer que suponía tenerles en el colegio y que estaban emocionados por el curso que empezaba. Perry, que dio la mano a los cinco Cambridge, preguntó a los niños si estaban emocionados por el nuevo comienzo, ante lo que los tres contestaron que sí. Nuevo colegio y nuevo hogar
Son tiempos de cambio para los Duques de Cambridge y sus hijos. Han dejado su residencia en Kensington Palace, que se queda como oficina de trabajo para el Príncipe Guillermo y Kate Middleton. Los cinco se han instalado en Adelaide Cottage, una residencia real en Windsor Home Park, muy cerca del Castillo de Windsor, y por tanto de la Reina Isabel. Esta vivienda histórica del siglo XIX, ya reformada, cuenta con habitaciones para los Cambridge, pero no para el personal de servicio, por lo que solo viven ya los cinco juntos.
Al mudarse, los dos mayores dejaron el Thomas's Battersea, comenzado en esta escuela relativamente cerca de su nueva casa que tiene un coste de unos 57.000 euros al año para los tres hijos. El que más cambios asume en el Príncipe George, que tiene que ir a clase también los sábados por la mañana, algo que también espera más adelante a sus hermanos pequeños.