El Príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron el 8 de enero de 2020 que deseaban cambiar su dinámica dentro de la Casa Real Británica. Entre sus planes estaba vivir parte del tiempo en Norteamérica y compaginar el servicio a la Corona con actividades privadas con las que obtener financiación para mantenerse y no depender de la Casa Real Británica o del Ducado de Cornualles, entonces gestionado por su padre, Carlos, para tener ingresos.
La Reina Isabel, el Príncipe Carlos, Camilla Parker, los Duques de Cambridge y los Duques de Sussex en el homenaje al Príncipe de GalesHubo entonces una reunión en la que estuvieron la Reina Isabel II, el entonces Príncipe Carlos, el Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry. La llamada Cumbre de Sandringham estableció que no era posible estar a medio camino, y que era o todo, o nada. Los Duques de Sussex decidieron entonces romper todos los vínculos y su salida de la Casa Real Británica fue total. No volverían a representar a la Corona. De hecho, tenían un año para pensárselo, pero en 2021 comunicaron que seguían firmes en su decisión.
Sin embargo, tres años después del portazo definitivo, la enfermedad de Carlos III, y quizás también la baja de la Princesa de Gales, que ha llevado al Príncipe Guillermo a reducir su agenda para cuidar a su familia, ha provocado que la Casa Real Británica tenga pocos efectivos. Al darse cuenta, el Príncipe Harry se habría planteado echar una mano en cuestiones institucionales.
El Príncipe Harry y Meghan Markle en su último acto como miembros de la Casa Real BritánicaComo señala The Times, el Duque de Sussex está dispuesto a asumir actos oficiales durante la enfermedad de Carlos III, que anunció el 5 de febrero de 2024 que tiene cáncer. Las fuentes son amigos del Príncipe Harry, a los que les habría confesado esta idea para ayudar a su padre.
El Príncipe Harry, que mantiene su título por nacimiento y los que le entregó la Reina Isabel II con ocasión de su boda con Meghan Markle, no puede utilizar su tratamiento de Alteza Real, pero sí es uno de los Consejeros de Estado. Eso sí, antes de que hubiera que echar mano de él están el Príncipe Eduardo y la Princesa Ana, a los que se les incluyó de forma especial al estar alejados en la línea de sucesión, pero ser miembros activos de la Casa Real Británica.
El Príncipe Harry entrando a la Abadía para la Coronación de Carlos III"Tiene todo el sentido que la familia se una para apoyar al Rey mientras está enfermo", señalaron las fuentes, lo cual se alinea con lo que expresó el Príncipe Harry en su entrevista a 'Good Morning America' en Canadá, donde manifestó que amaba a su familia, que las enfermedades pueden llegar a unir y que planea más viajes a Reino Unido. Además, se ha revelado que padre e hijo se han ido uniendo poco a poco tras mucho tiempo distanciados, si bien las cosas están lejos de ser como antes.
Esta idea choca con, lo primero, la maquinaria de la Casa Real Británica. Desde Buckingham Palace no se ve con buenos ojos que el Príncipe Harry vuelva al redil, aunque fuera temporalmente. Si tomó aquella decisión, debe asumirla. La Cumbre de Sandringham fue clara y se les dio otro año para pensárselo. Las condiciones de regreso no eran santo de la devoción de los Sussex, que prefirieron quedarse con la vida que llevan en Estados Unidos, así que una vuelta suena a idea disparatada.
El Príncipe Guillermo no se fía de su hermano
Pero hay más. Por mucho que el Monarca pudiera plantearse la idea, y que los trabajadores de alto nivel de la Casa Real Británica no expresaran su negativa, hay alguien que no está dispuesto. Se trata del Príncipe Guillermo, que puede ver con buenos ojos que su padre y su hermano se acerquen en lo personal, pero se niega a que el Príncipe Harry vuelva a representar a una Institución que el Príncipe de Gales va a acabar liderando cuando finalice el reinado de Carlos III.
El Príncipe Guillermo en la London's Air Ambulance Charity GalaNi aunque se estableciera un plan de regreso temporal por escrito, ni aunque el Duque de Sussex no recibiera fondos, ni aunque el Príncipe de Gales tuviera que asumir más compromisos de los que pudiera. El heredero no se fía de su hermano y va a bloquear cualquier intento de volver. Tampoco a nivel personal se ve un horizonte de reconciliación entre los hijos de Carlos y Diana, pero esa es ya otra historia.
