Más que lazos familiares
Lolita nunca hubiera podido imaginar que aquel año de 1975 la vida fuera a darle tanto. Sus raíces le animaban a probar suerte en el mundo de la música, y con el éxito de su canción 'Amor, amor' logró colarse entre los artistas más queridos del momento. Fue a partir de entonces cuando su voz, rostro y desparpajo comenzaron a conquistar al público del momento. Y como resultado, una consecución de reconocimientos musicales y el continuo lanzamiento de discos en un mercado realmente competitivo. Tanto que incluso el cariño de quienes le seguían parecía no entender de fronteras, siendo reconocida incluso al otro lado del Atlántico.
Así, año tras año, la madrileña conseguía hacerse hueco entre los hits musicales de cada década. Una trayectoria muy aclamada por su hija Elena Furiase pero por la que, finalmente, no optó por inclinarse la joven. Aunque si hay algo que las caracteriza y las une profesionalmente es su amor y respeto por los escenarios y la interpretación. Fue a raíz del lanzamiento de 'Amor, amor' cuando comenzaron a llover sobre Lolita oportunidades en forma de papeles televisivos, con pequeñas apariciones en 'Cuentos y leyendas' y 'Farmacia de Guardia'. Más tarde, en el año 2004, llegaría la que ha sido una de sus actuaciones más relevantes en la pequeña pantalla, con la interpretación de Julia Fuentes en 'La sopa boba'.
Allí interpretaba a Vicky, una joven que, junto a sus compañeros, indagaba entre los misterios que escondía el internado en el que estudiaba. Y este fue quizás el reconocimiento que le llevó a iniciar su carrera como actriz. Ya no solo con trabajos en televisión, sino también en la gran pantalla, 'El libro de las aguas', 'Luz de soledad' y 'Rosalinda', entre otros. Aunque la sorpresa llegaba hace apenas un año, cuando madre e hija eran elegidas para trabajar juntas en la producción de la serie de TVE 'Centro Médico'. "Que estemos las dos aquí ha sido pura casualidad", aseguraba Lolita en el momento de su presentación como nuevos fichajes de la serie. Sin embargo, a pesar de compartir mismo plató de grabación, lo cierto es que las tramas de Lolita y Furiase resultaban ser diferentes, sin llegar a coincidir mucho en escenas compartidas.
Apoyo incondicional
Aunque más allá de lo profesional, también han demostrado tener una relación entre madre e hija estupenda. Ya no solo con el apoyo incondicional que ambas se han mostrado siempre frente a sus respectivos trabajos, sino también afrontando y superando juntas situaciones de la vida no tan fáciles de asimilar por uno mismo. Sus rupturas sentimentales, por ejemplo, son una gran muestra de ello. Por un lado, con las separaciones de Lolita con sus respectivos maridos, Guillermo Furiase y Pablo Durán, y también con las rupturas amorosas vividas por su pequeña Elena Furiase, siendo las de Leo de la Torre y Javier Suárez las más destacadas.
Lolita y su papel de abuela
Sin embargo, lo que ha conseguido que, recientemente, madre e hija se vuelvan más inseparables que nunca ha sido el nacimiento del primer nieto de Lolita, Noah, que llegaba al mundo el pasado octubre de 2018. Fruto de su relación con el músico Gonzalo Sierra, Furiase se mostraba radiante y siempre acompañada de su madre durante todo el embarazo, preparada para afrontar la que se convertiría en uno de los momentos más entrañables de su vida.
Más adelante, y ya con el pequeño Noah entre sus brazos, Lolita también quiso estar junto a su hija durante sus primeros días como madre y también en la organización del bautizo de su nieto, ejerciendo de abuela ejemplar. Además, hay que decir que pese a compartir espacio con el que fue uno de los grandes amores de su vida, Guillermo Furiase, la diversión y el respeto siempre estuvieron presentes en uno de los días más especiales de su hija y del nieto de la cantante. No cabe duda de que Lolita siempre será el gran referente de Furiase para todo...