Patricia Sornosa es una de las 5 cómicas que, junto con un cómico, dan voz al programa de Comedy Central, ' ¡Stop Princesas! ', donde diferentes monólogos analizan los clichés de la literatura, el cine y la televisión sobre las mujeres en boca de, precisamente, de las mujeres y de un hombre que cumple la función de la 'cuota masculina' (algo muy común cuando un programa de comedia cuenta con todo hombres y una sola mujer, para cumplir con la obligación).
Entrevista
Bekia: '¡STOP PRINCESAS!' es un especial de humor feminista. Pero, ¿qué es el humor feminista?
Patricia Sornosa: El humor feminista es como cualquier tipo de humor pero desde una perspectiva feminista. No es que tenga algo especial en cuanto a técnica o complejidad, suele ser como cualquier otra comedia pero desde una perspectiva donde no se ningunea, ni se desprecia a las mujeres o a los que no son tan poderosos. No solo tiene que ver con el hecho de género del sujeto de escarnio cómico. Es una perspectiva totalmente diferente de lo que había.
Susi Caramelo, Macarena Gómez, Marta González de Vega, Santi Millán, Eva Soriano y Patricia SornosaB: ¿Por qué esta necesidad de etiquetar las cosas como 'feminista' hoye en día?
P.S.: No lo sé, yo es que ese nombre no se lo pongo. Es la gente la que al escuchar lo que decimos, como entiende que es una novedad, porque se ha estado haciendo un tipo de humor desde una determinada perspectiva, al escuchar a las mujeres hablar de las cosas que les preocupan piensan que es algo súper nuevo. Entonces sienten esa necesidad de ponerle una etiqueta. Llegará el siguiente paso cuando veamos a muchísimas cómicas, a cada una con su propia personalidad, hablar de lo que le importa, entonces hablaremos del humor de estar persona, sin que tenga nada que ver lo que tiene entre las piernas. Cuenta más lo que tenemos en el cerebro.
B: Dejando a un lado el término 'feminista'. ¿Cómo definirías tu propio humor?
P.S.: Muy personal. Mi humor es un reflejo de lo que yo soy. Lo que pasa es que yo soy una persona feminista en mi día a día y eso en mi comedia se refleja, igual que se reflejan otras muchísimas cosas. Pero esa en mi vida es muy importante. El feminismo en mi vida personal diario es muy importante.
B: En tus monólogos hablas sobre de machismo, prostitución... ¿Por qué hacer humor con este tipo de temas?
P.S.: ¿Y por qué no? Yo al texto de la prostitución le he dado muchísimas vueltas porque me faltaban referentes. Yo no he visto a nadie hablar de prostitución tratando a las mujeres que están en situación de prostitución como si fueran seres humanos. Nunca lo he oído. Como estoy cansada de oír chistes sobre putas en los que estas son ninguneadas, menospreciadas y tratadas como si fueran un trozo de carne, todo mi empeño fue querer hacer chistes pero desde una perspectiva más complicada.
Es mucho más difícil que queramos hacer bromas de esta situación que es dolorosa. En cuanto ves a las mujeres como seres humanos te das cuenta de que la prostitución es una situación injusta que no tiene nada que ver con la libertad, tiene que ver con la violencia. Es complicado desde ese punto de partida intentar hacer reír. Pero estaba casada de chiste como: "Le he mordido una teta y ha salido volando", como si fuera una muñeca hinchable; o "vacía a la muerta que ya está llena de semen". Ese ha sido mi empeño. Y en ello estoy.
B: ¿Por qué en un monólogo como el tuyo que llama a las cosas por su nombre puede considerarse ,a priori, más ofensiva o inadecuado que otro que hace chistes machistas sin importar el público que hay delante?
P.S.: Porque mis palabras evidencian los hechos egoístas que están llevando a cabo algunas personas. Y nos sentimos regular. Los que los cometen porque se dan cuenta de que son observados y revelados. Y los demás porque no hacemos nada para paliar ese dolor y ese sufrimiento extremo al que están sometidos muchísimos seres humanos mujeres. Entonces nos sentimos un poco regular. Pero no es nada malo porque sentirse un poco regular es la antesala del cambio. La gente no cambia si se siente súper bien.
Ahí está el juego en intentar revelar una verdad, a la vez intentar hacer reír porque es mi oficio. Entonces tengo que hacer reír y pasarlo bien pero a la vez abordar algunas cuestiones sobre nosotros como seres humanos. Y esto hay gente a la que no le viene nada bien en cuanto revisas tu comportamiento porque entonces igual te das cuenta de que hay cosas que no estás haciendo bien ni correctamente. Esto te lleva a plantearte si entonces hay algo que cambiar.
B:¿Alguna vez has actuado en algún sitio y has sentido que tu discurso hacía a la gente sentirse incómoda?
P.S.: Sí, muchísimas veces. Y ten en cuenta que no es tan habitual actuar en todo tipo de sitios. En los teatros es otra cosa, la gente paga a verte y está dispuesta a ello. Pero yo he actuado en bares, en chiringuitos... hay sitios que a priori que la gente no viene a verme a mí, viene a ver un rato de comedia y a lo mejor se encuentra con algo que no era lo que se esperaba y le descoloca un poco. Pero la mayor parte de las veces las experiencias son positivas, ¡eh! La gente se lo pasa muy bien.
Patricia Sornosa en el photocall del programaB: Y hablando sobre tu imagen: tú ahora mismo tienes la cabeza rapada. ¿Eto es simplemente por el gusto propio o es porque también quieres a través de tu físico tener la imagen de 'no soy lo normativo'?
P.S.: Supongo que es un reflejo también de mis intenciones. Es una forma de mostrarme. Normalmente las mujeres que llevan la cabeza rapada es por enfermedad; por locura; o porque tienen algún tipo de compromiso religioso, tipo espiritual. Es algo ya fuera de lo normal que remite a una idea de mujer un poco loca. De entrada tienes la atención de la gente porque se piensan: 'A ver esta que va a contar porque como vaya acorde con lo que muestra pues a lo mejor no me va a contar las mismas cosas que ya he oído'.
B: Cuando interpretas y eres actriz, eres un personaje; cuando haces un monólogo eres tú y lo que dices va firmado con tu nombre. ¿Te ha frenado esto en algún momento?
P.S.: Ese miedo, lo siento pero lo tengo, como todo el mundo. Pero me he dado cuenta de que la interpretación que los demás hagan de lo que yo digo, dice más de ellos que de mí. Yo tengo que hacer lo mío y que cada uno haga lo suyo. Si lo tuyo es ponerme verde en un vídeo en internet, hazlo; si lo tuyo es que te moleste tanto lo que yo digo como para contactar conmigo e insultarme, hazlo.
Entonces, autocensurarme... Siempre que la broma sea buena y que lo que yo esté diciendo a mí me parezca justo ya está. Sé que tengo determinado poder como cualquier persona que tenga un micrófono y tengo un altavoz, por lo tanto intento usarlo de forma responsable. ¿Que a veces patine? Puede ser. Desde luego no es mi intención hacerle daño a nadie y es muy difícil hacer daño de verdad a alguien con comedia. Tú puedes ofender a a la gente, la ofensa es un poder que tiene la comedia. Hay que usarlo con responsabilidad. Estamos jugando siempre y cuanto más al límite esté más graciosa suele ser; y es en este límite donde está el peligro.
B: El humor para que se entienda, como es el caso del feminismo o en ciertos temas un poco más sensibles, toman como cierto tono crítico. ¿Tiene que ser el humor crítico para tener esa intencionalidad positivo hacia el feminismo?
P.S.: El humor al igual que el cómico. La persona que se sube a dar un mensaje siempre ofrece algo. Es como la idea de que existe el 'humor blanco'. No. Y no existen los cómicos y las cómicas neutras. Tú estás compartiendo cosas. A lo mejor si no te implicas lo que estás compartiendo es tu cobardía, es tu egoísmo y luego cobrar. Lo que pasa es que hay cosas que se comparten que pasan más desapercibidas pero se puede observar igual y descubrir la intención.
Los monologuistas tras la grabación del programaB: ¿El hecho de declararte abiertamente feminista te ha cerrado alguna vez algunas puertas?
P.S.: Yo no lo sé porque las puertas que se me cierran a mí yo no las escucho. Yo lo que sí que sé es que tengo oportunidades. Y este es un mensaje que me gustaría dejar claro: que no tengan miedo de hablar. Tenemos que contarnos las cosas. Y si no las puedes contar aquí, tranquila, las podrás contar allí. Siempre hay un espacio. Yo me he encontrado, diciendo lo que yo digo, puertas abiertas que yo no sabía ni que existían. Hay muchísimos espacios autogestionados, feminismo de barrio, casa de cultura, asociaciones... espacios que de primeras no estaban preparados para comedia y en los que yo he actuado un montón.
La vida es muy generosa, siempre va a haber algo para ti. No pienses todo el rato en hacer lo que va a encajar o lo que tú ves que ya se está haciendo porque así tendrás más oportunidades. No sabes las oportunidades que tienes hasta que no te ponga a hacer lo tuyo. Siempre hay para todo el mundo. Yo siempre he tenido oportunidad de comunicarme con la gente, independientemente de lo que yo hable. Porque sino acabamos todos haciendo lo que los demás esperan de nosotros.
B: Lo que no te ha cerrado la puerta es de un proyecto que puede parecer bastante loco: un documental de divulgación científica con Eudald Carbonell, Premio Príncipe de Asturias de la Investigación 1977 y codirector del yacimiento de Atapuerca. ¿Cómo acabas aquí?
P.S.: El director del documental contactó conmigo por un mail y me explicó lo que tenía entre manos. Me habló de Uudald y del proyecto. Esto me pareció una idea tan loca. Además me ofrecía la posibilidad de viajar a Siberia, de conocer a un montón de científicos y de aprender un montón de cosas sobre un tema que yo desconozco completamente. Y yo le dije que sí a los dos minutos. Y ha sido todo muy fluído, ha habido una comunicación maravillosa entre todo el equipo y es una de las mejores cosas que me han pasado este año.
