Dakota estalla por la comida nada más empezar 'Supervivientes 2019'

Los primeros días en 'Supervivientes' siempre son los más difíciles, especialmente para aquellos que tienen que vivir en 'Playa Abandonada'. Tras la primera gala, los 18 concursantes quedaron divididos en tres grupos y tres localizaciones distintas, con muchas diferencias entre ellas.

El grupo liderado por Oto Vans, que eligió a Dakota, Mahi, Fabio, Violeta y Jonathan, perdió la mítica prueba del barro y fue el peor parado.' Playa Abandonada' es la isla más salvaje y con menos pesca, y no cuentan con ningún privilegio más que unos utensilios de cocina básicos.

El equipo de Albert gana la localización más privilegiada de la isla l Foto: Telecinco.es

Más suerte corrió el grupo liderado por Albert y completado por Omar, Lidia, Loli, Colate y Aneth, que tras ganar la prueba vive en 'Playa Señores', con comida, hamacas, utensilios para pescar y cocinar y hasta una barca. Desde allí, disfrutando de la buena vida, se preguntan cómo estarán los de las otras playas. Por su parte, el resto de concursantes conviven en 'Playa Pirata', con menos recursos pero con la inmunidad.

Dakota pasa hambre

Cayó la noche y los concursantes de 'Playa Abandonada' se juntaron alrededor de la única lámpara que les proporcionó la organización y se acomodaron para dormir al raso. Pero el hambre ya empezaba a hacer mella y Dakota se quejó: "No nos han dado nada. Tengo hambre". Dakota, que ya ha manifestado su miedo a "los bichos", prefirió seguir hambrienta antes que comer lo poco que tenían: "En la vida me como yo un saltamontes". Mahi intentó animarla: "Pues yo una vez con mi novio nos comimos unos cuantos de esos que venden en el supermercado que vienen ya preparados y estaban muy ricos", pero Dakota no quedó convencida.

Dakota a punto de saltar del helicóptero l Foto: Telecinco.es

Encarna Salazar, desubicada

Si hay alguien en el concurso a quien se le están haciendo cuesta arriba los primeros días esa es Encarna Salazar. El ataque de pánico que sufrió cuando le tocó lanzarse del helicóptero ya presagiaba que le costaría unos días adaptarse a la situación, algo que ya le ha causado alguna que otra lágrima. Parece que ella también está reacia, de momento, a comer. Carlos Lozano abrió un coco y le ofreció a Encarna para que bebiera el agua de su interior, pero se negó porque "esto está sucio".