EN VANITY FAIR

Salen a la luz los secretos más ocultos de la vida de la Infanta Elena

La revista Vanity Fair ha hablado con el entorno de la Infanta Elena, una mujer que sufre por la ruptura familiar, por el deterioro de la imagen de la Casa Real y por su complicada relación con Jaime de Marichalar.

Bekia 19 Diciembre 2012 en Bekia

Galería: La Familia Real Española en imágenes

Las Casas Reales siempre son fuente de noticias, tanto en lo que respecta a su vida oficial, como a la esfera privada de su existencia; no hay excepciones con la Familia Real Española, que además se ha enfrentado en 2012 a sus peores momentos.

No es casualidad que la revista Vanity Fair haya escogido a la Infanta Elena para su portada de enero, con un reportaje en el interior en el que se desvelan secretos de su vida, y donde se pronuncian frases como esta: "La Familia Real es una familia rota y cada miembro funciona por separado. Les une su trabajo por la Corona y por España. Y Elena es la que más lo sufre".

Entre las declaraciones destaca la de un miembro de la Guardia Real que señala: "Para bien y para mal, Doña Elena es la más cercana de la Familia Real. Tan pronto te pega un grito como se interesa varios días por la salud de tus hijos. Es más fácil acompañar al Príncipe Felipe o a la Infanta Cristina, que son más asépticos. Nadie se ofrece voluntariamente a trabajar con ella".

Para Carlos Falcó, Marqués de Griñón y amigo del Rey Juan Carlos: "Elena es una secundaria de lujo para la Corona. Ella es Borbón cien por cien. Tiene sentido de la Historia y sabe cuál es su deber". Además, permaneció totalmente ajena a los escándalos provocados por el 'Caso Urdangarín' y la cacería del Rey en Botsuana.

Una Infanta 'apartada'

"La Infanta es un derroche de vitalidad. Sonríe porque le sale del alma, anima a la selección española feliz, inaugura feliz, entrega premios feliz. A diferencia de su hermana Cristina, cae simpática", dice otra amiga.

Este año también ha sido complicado para la Infanta Elena después de que fuera apartada de los actos más solemnes de la Casa Real, lo que se pudo ver por primera vez el Día de la Hispanidad 2012, cuando fue desalojada del palco real.

Trascendió que la Duquesa de Lugo comentó con resignación regia: "Sabía que este momento tenía que llegar", sin embargo, la revista desvela que la frase tenía una continuación: "Hay que seguir trabajando y siempre estaré ahí para lo que me manden".

La relación de la Infanta Elena y Marichalar

La publicación señala que la relación entre la Infanta Elena y Jaime de Marichalar es muy complicada aunque correcta, y suelen chocar por temas que afectan a sus vástagos, Felipe de Marichalar y Victoria; en ese sentido, el entorno del exduque de Lugo asegura que Doña Elena fue "implacable con el régimen de visitas a sus dos hijos", y que no hay un proceso de nulidad en marcha.

Jaime de Marichalar, que parece que "habla a menudo con los Príncipes de Asturias", no fue el gran amor de la primogénita de los Reyes, sino que los afortunados fueron el jinete Luis Astolfi y el arquitecto Alfredo Santos Galera, a quien la Infanta conoció en 1993.

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