Dado que el memorial a los caídos organizado por la Royal Australian Air Force ha sido al aire libre y se cumplían las correspondientes distancias de seguridad, la Monarca ha podido permanecer en todo momento sin mascarilla, algo que ha permitido ver cómo sonreía en algunos momentos del acto celebrado.
Para la ocasión la Reina se ha decantado por lucir un traje verde manzana en el que ha lucido un broche de diamantes amarillos, un regalo que representa la flor del zarzo dorado -símbolo nacional de Australia- que le fue entregado durante su primera visita oficial al país, que se produjo en el año 1954.
A pocos días de celebrar su 95 cumpleaños
Además también es la primera vez que se deja ver públicamente en un acto tras la polémica entrevista del Príncipe Harry y Meghan Markle a Oprah Winfrey en la que, entre otras cosas, se habló de racismo en la Familia Real Británica. Un testimonio en el que, no obstante, la exactriz tuvo muy buenas palabras para la Monarca.