"A nosotros -a ella y su marido, Sebastian Bear-McClard- nos gusta responder a la pregunta sobre qué nos gustaría tener -niño o niña- que es algo que no descubriremos hasta que nuestro hija o hijo cumple 18 años y nos lo haga saber", una respuesta que, de manera molesta para ella, todavía causa mucha gracia a quien la escucha: "No tenemos ni idea de quién, en lugar de qué, está creciendo dentro de mi vientre. ¿Quién será esta persona? ¿De qué tipo de ser humanos nos convertiremos padres? ¿Cómo cambiarán nuestras vidas y quiénes somos nosotros?", sigue reflexionando la modelo en un estudio en que confiesa además el proceso de decontrucción por el que han pasado ella y su marido para llegar a pensar de esta forma a lo largo de esto seis meses.
" Quiero ser una madre que permita que mi hijo o hija se muestre ante mí"
"A mí no me gusta que impongamos a las personas ideas preconcebidas basadas en el género, y mucho menos a los bebés", asegura, aunque entiendo que, dada la educación de la sociedad actual, es normal que se siga haciendo y no hay que culpar a nadie por ello. "Quiero ser una madre que permita que mi hijo o hija se muestre ante mí", pero tiene claro que no va a ser fácil más allá de las paredes de su propia casa y de su unidad familiar: "Aunque espero que mi hijo o hija pueda determinar su propio lugar en el mundo, se enfrentará, pase lo que pase, a las limitaciones innegables y construcciones de género antes e que pueda hablar o, diablos, incluso nacer".
Por supuesto, para Ratajkowski hay cosas que está viviendo como cualquier otra persona que pase por su primer embarazo: "Reconozco que me siento total e innegablemente impotente cuando se trata de casi todo lo que rodea a mi embarazo: cómo cambiará mi cuerpo, quién será mi hija o hijo", pero esto no hace que le de miedo, todo lo contrario, está viviendo este proceso con "sensación de Paz" y que esa fuera primera hija o primer hijo ya le está enseñando muchas cosas. "Estoy llena de asombro", termina diciendo.