Galería: Kiko Hernández, una vida en imágenes
'Salvame' comenzaba su emisión durante la tarde del 2 de octubre soltando una bomba que dejó atónitos a los espectadores: la policía se había presentado en casa de Kiko Hernández por la mañana. " Llaman a la puerta y de pronto me dicen, tienes que salir con el DNI en la boca", adelantaba el tertuliano, visiblemente cabreado. "Prepárate porque te va a caer la vida mártir esta tarde", advertía a la persona que provocó que las fuerzas del orden se personaran en su vivienda.
Al parecer, "cuatro policías y un secretario judicial" le hicieron saber que "tenía diez días para pagar las costas de un juicio que tuvo hace dos meses en Arcos de la Frontera". De este modo, Hernández tendría que desembolsar "781 euros más los intereses, unos mil y pico en total". El proceso legal al que se referían las autoridades es el que mantuvo contra María José Campanario, que denunció al colaborador por todo lo que decía de ella en el magacín de Telecinco.
Kiko Hernández, muy cabreado en 'Sálvame'La sorpresa de Hernández era mayúscula, porque él mismo celebró hace poco que había salido victorioso de ese juicio contra la odontóloga, por lo que esperaba que fuera ella quien se hiciera cargo de los costes derivados del proceso. Muy lejos de esto, parece que Campanario ha hecho caso omiso a sus deberes fiscales y el pago ha recaído contra el tertuliano, algo que no le ha hecho nada de gracia. "Estoy muy cansado ya", apuntaba.
¡Pá-ga-me!
Como si de Belén Esteban se tratara, Hernández ha hecho un llamamiento a Campanario exigiéndole que apoquine los costes del juicio, avisando de que no se andará con chiquitas si elude su sanción. "Tú dices que quieres estar tranquilita, ¡pues paga! Quien paga, descansa y te toca a ti pagar. ¿No estás casada con un torero? ¿No estáis forrados? ¡Paga las costas, que las pagues te digo! Yo no las voy a pagar, y como vuelvas a interrumpir una mañana el café, el que va a ir a Arcos de la Frontera voy a ser yo", advertía a gritos el tertuliano, que dejó claro que para él "1000 euros no son nada, pero son míos".
