El Príncipe Harry y Meghan Markle dejaban atrás su vida como miembros de la Familia Real británica buscando una vida más alejada del foco público en Estados Unidos, concretamente en Los Ángeles y sus exclusivas urbanizaciones en las que residen otros muchas celebridades de gran fama. Un paso de realeza a personalidades famosas que les ha permitido ahora hacer una vida que no pueden hacer por ejemplo el Príncipe Guillermo y Kate Middleton, al menos de una forma tan despreocupada. Y ejemplo de ellos en su asistencia a último concierto de Beyoncé en Los Ángeles.
Los Duques de Sussex tenían como plan de viernes noche (el pasado 1 de septiembre) bailar al ritmo de las canciones de Queen B en compañía de Abigail Spencer, excompañera de reparto de Meghan Markle en la serie 'Suits', y también de la inseparable Doria Ragland, madre de la exactriz. Eso sí, lo hacían sin sus dos hijos, Archie y Lilibet.
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Los cuatro llegaban antes del concierto y se situaban en la zona alta del estadio, en uno de los palcos VIP. A pesar de ser un lugar más privado y que les permitía guardar cierta distancia con el resto de los fans de la artista, no gozaban de una privacidad total y quien tenía el privilegio de tener un asiento asignado cerca del palco pudieron ver los Sussex disfrutar del concierto.
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Meghan Markle demostró ser una auténtica fan de Beyoncé y conocerse bien todas y cada una de sus canciones, que no dudó en cantar a pleno pulmón mientras bailaba dándolo todo. También lo hacía el Príncipe Harry, algo más cortado a la hora de moverse y cantar. Eso sí, en varios momentos ambos se hicieron muestras de cariño y bailaron agarrados, una imagen como la de cualquier otra pareja que disfruta de un concierto pero que en su caso es la demostración de que los rumores que les rodean desde hace meses de una posible separación no son para nada ciertos.
Meghan Markle y Beyoncé se conocieron en 2019
A pesar de pertenecer a la misma esfera de 'celebridades', lo cierto es que Meghan Markle y Beyoncé no se conocieron hasta 2019 en el premiere de 'El Rey León' en Londres. Esta era una de las primeras apariciones de la Duquesa de Sussex tras convertirse en madre de su primer hijo, Archie. Acudía al evento en compañía del Príncipe Harry dentro de su agenda oficial como miembros de la Familia Real. Allí, tal y como se pudo ver en varios vídeos, la exactriz y la cantante se conocieron y charlaron durante un rato.
Un momento que marcó el inicio de una amistad más o menos cercana y que las mantuvo en contacto desde entonces. De hecho, en la serie documental de los Duques de Sussex en Netflix Meghan Markle leyó un mensaje que la cantante le había mandado tras emitirse su más que conocida entrevista con Oprah Winfrey : "Dijo que quiere que me sienta segura y protegida. Ella admite y respeta mi valentía y vulnerabilidad y piensa que fui seleccionada para romper maldiciones generacionales que necesitan ser sanadas", leía muy orgullosa la exactriz todavía sorprendida de que Beyoncé supiera de ella a pesar de haberse conocida años atrás.
