Iñaki Urdangarin no sufre depresión por estar en la cárcel, pero sí lo está pasando muy mal, como es lógico cuando a alguien se le priva de libertad. Tras ser condenado en firme por el Supremo a 5 años y 10 meses por el Caso Nóos, el exjugador de balonmano ingresó en el Centro Penitenciario de Brieva (Ávila) el 18 de junio de 2018.
Desde entonces se ha perdido muchas cosas, pero una de las que más le ha dolido no solo es estar lejos de sus hijos, que también, sino la ausencia de la Infanta Cristina, de quien está profundamente enamorado. El 4 de octubre celebran su 21 aniversario de bodas, y pese a todo lo que han pasado y a los intentos del Rey Juan Carlos para que su hija se divorciara de Urdangarin, su amor es todavía más fuerte.
Apoyo incondicional
Han pasado aniversarios de boda maravillosos recordando aquella boda en Barcelona que fue todo un éxito, cuando Cristina de Borbón era una Infanta de España querida e Iñaki Urdangarin un jugador de balonmano de enorme éxito, mérito que nunca se le podrá quitar. Sin embargo, su primer aniversario separados es de todo menos fácil, sobre todo para él, que verá pasar las horas sin poder gozar de libertad para disfrutar junto al amor de su vida.
Boda de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín en 1997Menos duro será para ella, que salvo visita a Urdangarin, podrá olvidarse de su dolor con su trabajo en Ginebra y con el cariño y la compañía de los dos hijos que todavía viven con ella, Miguel e Irene Urdangarin. Así pasarán antes las horas de una jornada que le trae algunos de los mejores recuerdos de su vida.
No será el único aniversario que tendrán que pasar separados, pero a buen seguro el primero será el peor para ambos. Al menos, en estos meses en los que Urdangarin ha estado encerrado en Brieva, la Infanta Cristina le ha hecho saber que le sigue arropando, que está con él, y que tanto sus hijos como su madre, hermanos, cuñados y sobrinos, le apoyan incondicionalmente.
Aunque Casa Real recomendó en su momento a Cristina de Borbón que no visitara a su marido en la cárcel, solo consiguió que optara por la discreción, lo que por otro lado iba a hacer de todos modos. Muchos de sus traslados a Brieva han trascendido, pero al menos ha evitado esa foto que ni ella, ni la Familia Real quería ver. También otros familiares han ido a ver a Iñaki Urdangarin a la cárcel, que puede estar contento por el apoyo que está teniendo por parte de sus seres queridos.
