La Infanta Cristina durante su estancia en EspañaLa visita de la Infanta Cristina a España no solo fue por asuntos profesionales derivados de su trabajo en la Fundación La Caixa, sino que también estuvo motivada por el deseo de visitar a la Familia Real y contar con su apoyo.
Según ha explicado Pilar Eyre en '¡Qué tiempo tan feliz!', la Infanta Cristina "se enfadó, se entristeció y estuvo llorando casi una semana" después del mensaje de Navidad del Rey en el que señaló que "la Justicia es igual para todos", pues Doña Cristina vio ahí una referencia directa a Iñaki Urdangarín.
Cuando el Rey se enteró "la llamó por teléfono a Washington y ella por tres veces se negó a ponerse al teléfono". A partir de entonces la Infanta cayó "en un estado depresivo, lloraba y las tensiones con el duque de Palma llegaron al máximo", según señala al escritora.
El Rey durante el mensaje de NavidadLas relaciones entre padre y hija se enfriaron hasta que con la fecha de la declaración de Iñaki Urdangarín acercándose, la Infanta llamó varias veces a Don Juan Carlos porque quería recibir su apoyo "como padre y como Rey", sin embargo esta vez fue Su Majestad quien se negó a ponerse al aparato.
La Infanta Elena no apoya a los duques de Palma
"Al final vino a Barcelona en un viaje que no estaba programado. La intención de venir era desde luego conservar su trabajo en La Caixa, pero también era conseguir un acercamiento con su padre", apunta Pilar Eyre, quien señala también que durante su estancia en la Ciudad Condal vivió horas de "tensión tremenda, nerviosísima, pensando en si sus padres querrían recibirla en Zarzuela".
La Familia Real, desunida por el 'Caso Urdangarín'"He adelgazado 8 kilos y estoy pasando la peor época de mi vida", comentó la Infanta Cristina durante la cena convocada en Barcelona por el Institut de Salut Global, donde no quiso hablar del 'Caso Urdangarín' aludiendo que ella de esos temas "no sabía nada".
La Reina Sofía, el único apoyo que tienen los duques de Palma en la Familia Real, ejerció de mediadora entre el Rey y la Infanta, pues pese a que en un principio le transmitió que no era conveniente, finalmente accedió a hablar con él para convencerle. Una vez en Palacio, Doña Cristina tuvo una reunión fría con el Rey y con la Infanta Elena, que al igual que los Príncipes Felipe y Letizia no apoya a su hermana.
