El Príncipe Federico quiso mostrar públicamente el momento en el que recibió la primera dosis de la vacuna.
Desde que comenzó el proceso de vacunación en la Unión Europa se ha visto a millones de personas recibiendo la vacuna, lo único que servirá para dejar la pandemia atrás. Ha sido y es habitual ver imágenes de brazos, pinchazos y agujas, y en ocasiones los que están recibiendo la vacuna son personas con relevancia pública que buscan no solo mostrar al mundo que se han vacunado, sino dar ejemplo y terminar de convencer a los que tengan algún tipo de resistencia a hacerlo.
En el caso de la realeza, la primera en vacunarse fue la Reina Margarita, a la que se le siguieron sus homólogos escandinavos. De todos ellos, solo el Rey Carlos Gustavo mostró el momento en el que recibió el pinchazo, animando así a la población a vacunarse siguiendo su ejemplo. Otros como los Reyes Alberto y Paola de Bélgica, los Grandes Duques de Luxemburgo o la Reina Sofía fueron fotografiados antes o después de recibir la vacuna, pero no durante.El 18 de mayo de 2021 llegó el momento para Federico de Dinamarca, y él quiso seguir los pasos de su tío Carlos XVI Gustavo y ha mostrado cómo fue el pinchazo. Lo ha hecho a través de una imagen publicado en la cuenta de Instagram de la Casa Real Danesa en la que se mira a cámara mientras una sanitaria le suministra la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus.
En su comentario ha dado las gracias a todos los que han hecho posible poder vacunarse, lo que ayuda en el camino hacia la recuperación de la tan ansiedad normalidad anterior a la pandemia: "Hoy recibí mi primera dosis. Gracias a todos los que nos ayudaron en nuestro camino hacia una vida normal de nuevo", comentó el Príncipe Heredero.Tras la Confirmación de Christian de Dinamarca
Federico de Dinamarca, nacido el 26 de mayo de 1968, ha recibido la vacuna tres días después de la Confirmación de su hijo mayor, el Príncipe Christian, que supuso un reencuentro familiar a medias debido a las grandes ausencias de los familiares y padrinos y madrinas residentes en el extranjero que no pudieron acudir. De no haber habido pandemia, la celebración hubiera sido diferente, pero al menos pudo tener lugar después de dos aplazamientos.