El cine ha perdido a uno de sus rostros más emblemáticos. Michael Madsen recordado por sus papeles en las películas de Quentin Tarantino, ha muerto a causa de un paro cardíaco a los 67 años, según confirmó su representante a NBC News. El actor falleció en Los Ángeles rodeado de su familia, dejando una huella imborrable en la industria.
Su consagración llegó en 1992, cuando interpretó al despiadado Vic Vega, alias Mr Blonde, en 'Reservoir Dogs'. La escena al ritmo de 'Stuck in the Middle with You' se convirtió en una de las más icónicas del cine moderno. Madsen volvería a trabajar con Tarantino en la saga 'Kill Bill', consolidando su lugar como uno de los antihéroes más memorables de la pantalla.

A lo largo de su trayectoria, participó en más de 200 producciones, entre cine, televisión y teatro. Su estilo duro pero carismático lo convirtió en símbolo del cine independiente de los años 90. Más allá de la actuación, también practicó la poesía y la fotografía, dos pasiones que compartía en entrevistas con admiradores y medios especializados.

Amigo cercano de grandes figuras del cine como Harvey Keitel, John Travolta y del propio Quentin Tarantino, Madsen supo moverse entre superproducciones y películas de autor sin perder su sello personal. Su muerte ha causado conmoción entre sus seguidores y amigos, que recuerdan su intensidad como actor y su capacidad de construir personajes con profundidad y carácter.
Un legado que sigue vivo
Tras la noticia de su fallecimiento, muchos han vuelto a ver 'Reservoir Dogs', considerada su obra de culto. La película, que catapultó su carrera y cambió la narrativa del cine independiente, está disponible en Prime Video y Apple TV. Rodada con un presupuesto reducido y un reparto de actores entonces poco conocidos, logró convertirse en un fenómeno cultural que redefinió el cine de los 90. Décadas después, sigue siendo un referente del género y una fuente de inspiración para cineastas de todo el mundo.