El martes 8 de enero se ha sentado en el plató de 'El Programa de Ana Rosa', para alegría de Joaquín Prat, que siempre quiso que la peruana se alzase con el premio y, por supuesto, ansiaba poder verla bailar el directo 'cómo se mata el gusano'. Precisamente eso es lo primero que ha hecho nada más pisar el plató y asegurar una vez más que lo suyo con Carlos Lozano está más que finiquitado y no hay posible reconciliación.
La invitada ha vuelto a explicar que no tiene una relación con Carlos Lozano, que se han encontrado porque él se interesó por ella y que en la famosa comida de reencuentro tuvieron un tono "conciliador". Pero que de ahí a que vayan a darse una nueva oportunidad es totalmente imposible.
Por eso ha vuelto a insistir en que ahora necesita "un tiempo para conocerme mejor a mí misma", pero "necesitaba que me mirase a los ojos y me explicara qué había pasado", insistía respecto al presentador: "Estoy decepcionada, lo más sano y lo más saludable para ambos es que cada uno se cure por su lado", declaraba asegurando que va a buscar ayuda de un profesional para poder "curarse".
Lo suyo con Hugo Castejón fue fugaz
Y como no hay dos sin tres, después de pasar por Carlos Lozano y Hugo Castejón, llegó el momento Mónica Hoyos. La peruana asegura que para ella lo importante es cada una como mujer, que el foco de atención no debería estar en Carlos y que ha hecho todo lo posible por "conocer a las personas". Pero como eso no ha sido posible... "Para mí ahora es una persona totalmente invisible, es algo de lo que he pasado página. Yo no tengo de qué perdonar, no le guardo rencor, quedará en su conciencia y ya está".