Tanto el italiano como la de León parecen haber encontrado el uno en el otro uno de sus mayores apoyos dentro del reducido grupo de concursantes que residen ya en la playa (mientras que el resto lo hacen en un barco encallado) y han sido protagonistas de varias escenas que podrían preocupar a alguien en España. Que sin una exfoliación con arena, intentar hacer fuego juntos, abrazos en los momentos de debilidad, noches viendo juntos las estrellas fugaces...
Unas imágenes que, al contrario de lo que se podría prensar, no significaron nada para el nombre de Lola, que las vio desde el plató del debate. "No veo nada", confesaba: "Son dos personas que se llevan bien. Entiendo el abrazo. Quien conoce a Lola sabe que es una chica cariñosa", justificaba el colaborador. Un acercamiento que entendía también Isa Pantoja, quien también fue concursante, asegurando que las horas en Honduras son como días y se coge confianza muy rápido con los compañeros.
Gianmarco y Tom, a la gresca
Este mal rollo en la preconvivencia llegó también al propio concurso una vez ambos estuvieron en la isla. Por este mismo motivo no dudaron en nominarse entre ellos haciendo alusión al evidente mal rollo que hay entre ellos. Finalmente, ambos salieron nominados junto con Lola y Olga Moreno.