CASA REAL

La retirada del Rey Juan Carlos de los actos oficiales fue un castigo ordenado por el Rey Felipe

El Rey Felipe VI empezó a actuar desde que conoció la existencia de la Fundación Lucum.

Bekia 21 Marzo 2020 en Bekia

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La Corona vive una crisis profunda. No es el Caso Urdangarin, pero el escándalo es económico, no hay cacería de elefantes, pero Corinna está presente. El Rey Juan Carlos ha cavado su propia tumba, y aunque la idea no era que todo el mundo supiera de los tejemanejes del Emérito, Casa Real ha tenido que actuar para poder seguir adelante.

El comunicado del domingo 15 de marzo de 2020, con la ciudadanía confinada por el estado de alarma generado por el coronavirus, dejaba claro que Felipe VI conoció que era beneficiario de la Fundación Lucum el 5 marzo de 2019 cuando recibió una carta del despacho de abogados británico Kobre&Kim. Uno de sus letrados representa a Corinna, la conexión está clara. También se señalaba que se puso en conocimiento a las autoridades competentes y al Rey Juan Carlos y que Felipe VI renunció a todo beneficio que le pudiera corresponder. El Rey no sabía nada hasta entonces, o al menos eso parece.

Álvaro de Orleans-Borbón y Corinna, los otros implicados

Posteriormente se enteró James Badcock, que publicó la información en The Telegraph, lo que provocó que estallara el escándalo para la Corona. Gracias a las investigaciones de este periodista se conoció que Emérito había creado la Fundación Lucum el 31 de julio de 2008 con una sede en Panamá y una cuenta en el banco Mirabaud de Ginebra. La sociedad offshore contaba con un patrimonio de 64.884.405 euros por cortesía de Arabia Saudí, país siempre tan generoso con el Rey Juan Carlos. Al Emérito no se le ocurrió otra cosa que colocar como segundo beneficiario a su hijo y entonces heredero, Don Felipe.

El citado periodista también publicó que Álvaro de Orleans-Borbón, primo del Rey Juan Carlos por ser descendiente de la Infanta Eulalia, hija de Isabel II y hermana de Alfonso XII, había obtenido una comisión por la venta del Banco Zaragozano a Barclays en 2003. El aristócrata fue generoso con Juan Carlos de Borbón y le pagó numerosos vuelos por el mundo cargados a la Fundación Zagatka. Corinna fue invitada hasta que se le pidió que abonara los vuelos, lo que provocó que pusiera el grito en el cielo. Todo era era malo para la Corona, pero lo peor sin duda fue la implicación de Felipe VI.

En su momento, el Rey tomó cartas en el asunto e intentó mantener el asunto en privado. Cuando La Zarzuela ya había temblado, el Rey Juan Carlos viajó a Londres para reunirse con Corinna y pedirle que cesara en sus ataques. No consiguió nada. Como señala El Español, el Monarca estuvo detrás de la retirada del Rey Juan Carlos de los actos oficiales. El día en el que se cumplieron 5 años desde que comunicó su decisión de abdicar, Juan Carlos I decía adiós a la vida pública en una corrida de toros en Aranjuez que también sirvió de homenaje a la Condesa de Barcelona. Le acompañaron los fieles, es decir, la Infanta Pilar, la Infanta Elena y Froilán.

En su momento se especuló con su decisión. Bekia publicó que no era su edad, sino más bien sus escándalos los que le llevaran a abandonar los actos oficiales. Ya no era un activo para la Corona como sí lo ha sido y sigue siendo la Reina Sofía. Restaba más que sumaba, y así se le daba una salida más elegante. Después del escándalo de la Fundación Lucum se confirma que efectivamente se fue por todo lo que se había sabido de él, aunque Felipe VI le ofreció una salida pactada que no levantara sospechas de lo que había ocurrido.

Una reunión de urgencia en La Zarzuela

Al publicarse que había mucho más detrás se celebró una reunión a la que según el citado medio estuvieron Felipe VI, Juan Carlos de Borbón, Jaime Alfonsín, Jefe de la Casa de SM el Rey, Jordi Gutiérrez, director de comunicación de Casa Real, Domingo Martínez Palomo, Secretario General de la Casa de SM el Rey y Alfonso Sanz Portolés, Consejero Diplomático de Casa Real. El encuentro se celebró el domingo 15 de marzo en La Zarzuela. Allí se trabajó sobre el contenido del comunicado, al que el Rey Juan Carlos añadió que quería echarse la culpa de lo sucedido. Juan Carlos de Borbón no quiere que sus acciones pasadas perjudiquen al presente y el futuro de la Corona, así que puso interés en que se resaltara que Felipe VI no tenía conocimiento de nada. Una vez terminada la reunión se fueron todos de allí salvo el padre y el hijo, que hablaron en privado para decirse quién sabe qué.

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