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Como cada año, la familia real británica se ha reunido en Sandringham para celebrar el día de Navidad, una de las citas más esperadas del calendario real británico. Tras disfrutar de un desayuno de lo más completo y del tradicional almuerzo, el Rey Carlos III y el resto de la Familia Real han acudido a la misa navideña celebrada a media mañana. Un acto público en el que Kate Middleton, junto al Príncipe Guillermo y sus hijos, ha acaparado gran parte de las miradas.
La Princesa de Gales ha realizado el habitual paseo hasta la iglesia acompañada por George, Charlotte y Louis, saludando con una sonrisa a las personas presentes que se acercaban a desearles felices fiestas. Kate, siempre cercana, ha respondido al cariño de los asistentes con palabras de afecto, volviendo a demostrar por qué es una de las figuras más queridas de la familia Windsor.
[i]El look de la Princesa de Gales[/i]
En esta ocasión, Kate Middleton ha elegido un abrigo de tartán en tonos marrones, una prenda que ya había utilizado en ocasiones pasadas y que se ha convertido en una de sus favoritas. Se trata de un diseño de doble botonadura y ajustado a la cintura, firmado por la casa italiana: Blazé Milano, que realza su figura y combina elegancia con funcionalidad.
Middleton ha completado el estilismo con unas botas altas marrones de tacón ancho, un tocado a juego y un pañuelo con estampados de diferentes tonos de marrón que le da un toque más sofisticado al conjunto. Los accesorios han tenido un papel protagonista en el estilismo de la princesa, tal y como suele ocurrir con el resto de los looks de la Familia Real.
Más allá de la moda, Kate ha vuelto a demostrar su faceta más maternal durante el recorrido, pendiente en todo momento de sus hijos. Además, horas antes sorprendía con una aparición muy especial al compartir un bonito vídeo tocando el piano junto a su hija, la Princesa Charlotte, una actuación que inauguró el concierto de villancicos 'Together at Christmas'. Un gesto que ha evidenciado, una vez más, la confianza entre madre e hija y la complicidad de la Princesa de Gales con todos los miembros de su familia.
