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Julián Contreras es famoso desde el mismo día de su nacimiento. La razón es que es hijo de Carmina Ordóñez, que a su vez también fue famosa desde la cuna por ser hija del torero Antonio Ordóñez. Nunca pudo escapar de una fama que no le gusta demasiado y que como confesó a Bekia en una ocasión, no le ha visto el lado bueno. En ocasiones esta fama le ha ayudado a conseguir trabajo y en otras le ha hecho sufrir.
Tras su paso por GHVIP, se ha dedicado a recuperarse de sus problemas, y ahora se siente fuerte. Como le ha comentado a Pilar Eyre, ahora es coach para ayudar a gente que sufre, y además está escribiendo un libro de autoayuda en el que cuenta experiencias personales.
Compasión por los niños Urdangarín
La periodista y escritora, que sabe de buena tinta que quien escribe es él, ha señalado en su blog de Lecturas que le preguntó si le vendría bien leerlo a la Infanta Cristina, lo que provoca que se llene de tristeza: " Yo sé lo que se siente al tener al mundo en contra. Que te insulten por la calle es algo que no se puede controlar. Causa un pavor paralizante que nadie puede entender".
Además, se siente identificado con sus hijos y se compadece de que van a ser señalados durante toda su vida: "Y sé, sobre todo y desgraciadamente, lo que sufrirán sus hijos. ¡Ellos son víctimas! ¡Van a necesitar mucha ayuda! La condena a los padres es un estigma brutal que les perseguirá, como me ha perseguido a mí, de por vida. ¡Nunca prescribe! La hostilidad que despertarán allí donde vayan... Me identifico con su dolor inocente".


