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La estancia del Príncipe Harry en Reino Unido, de apenas cuatro días, estuvo marcada por una reunión privada con su padre, el Rey Carlos III. El encuentro, que tuvo lugar en Clarence House, se prolongó durante 55 minutos y fue descrito como cordial. Padre e hijo compartieron un té en lo que supuso su primer cara a cara desde febrero de 2024.

Lejos de los focos, el Duque de Sussex protagonizó otro gesto significativo: visitó al Príncipe Eduardo, Duque de Kent, para darle el pésame por el fallecimiento de su esposa, la Duquesa de Kent, ocurrido el pasado 4 de septiembre. La reunión se celebró en el interior del Palacio de Kensington y fue confirmada por el portavoz de Harry. El encuentro, mantenido en la más estricta intimidad, no fue comunicado en su momento.
La experta en realeza Jennie Bold ha valorado este acercamiento como un intento de reconstruir puentes con la Familia Real. "Es una señal de que Harry desea seguir formando parte de la familia, aunque no necesariamente de la institución ", ha declarado en The Mirror. Jennie recuerda que la relación entre Harry y los Duques de Kent siempre fue cercana, y que ambos asistieron a su boda con Meghan Markle en 2018.

El Príncipe Harry abandonó Reino Unido antes del funeral por la Duquesa de Kent, celebrado el 16 de septiembre en la Abadía de Westminster. A la ceremonia acudieron el Príncipe Andrés y Sarah Ferguson, cuya presencia generó sorpresa entre los asistentes. Según Jennie Bond, Harry optó por no acudir para evitar desviar la atención mediática en un día de duelo. " Sabía que los titulares se centrarían en él ", explicó.
El viaje del Duque de Sussex coincidía con una visita programada a Ucrania, donde se reunió con soldados heridos en combate. La experta señala que retrogradar ese desplazamiento habría sido complejo por motivos de seguridad. "Al final, creo que tomó la decisión más inteligente: vio al Duque de Kent en privado y dejó que el resto de la familia llorara en público ", concluyó.
Un vínculo que se mantiene
El funeral de la Duquesa de Kent congregó a numerosos miembros de la Familia Real, incluidos los tres hijos del Duque, George Windsor, Helen Taylor y Nicholas Taylor, y sus diez nietos. La Reina Camilla causó baja por motivos de salud, mientras que la presencia del Príncipe Andrés generó incomodidad entre los asistentes. El Príncipe Guillermo y Kate Middleton abandonaron la catedral rápidamente tras la salida del Rey Carlos III. El gesto de Harry, aunque discreto, confirma que mantiene contacto con ramas históricas de la Casa Real británica, reforzando su papel como miembro vinculado por lazos familiares, más allá de su actual residencia en Estados Unidos.