"Con su primer marido la tensión y la rigidez eran frecuentes"
Tomando como punto de partida fotografías de la primera pareja, Kuhnke confirma la poco idílica relación que existía entre ambos: "Los gestos de Trevor denotaban infelicidad, tensión y disconformidad". Según la experta, Meghan Markle conseguía disimularlo mejor, pero aún así "su mirada demostraba que no estaba totalmente comprometida en la relación".
Cuando posaba con Trevor Engelson, "las sonrisas eran opuestas" y "sus miradas se enfocaban hacia diferentes direcciones". Todo ello denota, según la experta, "una falta de calidez y compatibilidad real". Esto ocurría igualmente cuando acudían a fiestas o eran vistos con amigos. En estas situaciones, aunque la tensión se reducía, a Meghan Markle se la veía "estrenada" y "fría".
"Con el Príncipe Harry existe una compatibilidad real"
Partiendo de las imágenes de este primer matrimonio, la experta lo compara con las numerosas instantáneas que la actriz y el Príncipe Harry han protagonizado durante sus años de noviazgo. En ellas, según Kuhnke, los gestos del príncipe hacia su futura mujer denotan "fuerza, seguridad y sexualidad". Esta última es precisamente una de las características que según la experta más transmiten los gestos y actitudes de la pareja: "atracción sexual".
Además, su complicidad es más que evidente: "Lo que le interesa a él, le interesa a ella". La compenetración entre ambos es máxima. Por lo tanto, con su prometido ocurre todo lo contrario que durante su primer matrimonio con Trevor Engelson: "Se les ve juguetones, enérgicos y comprometidos con los demás".
Todo ello queda de manifiesto en los numerosos actos a los que acuden, solo o en compañía del resto de la Familia Real. En estas ocasiones es apreciable cómo Meghan Markle busca en el Príncipe Harry un gesto de "guía y apoyo". Algo a lo que él le corresponde con su cercanía y calidez.