El Príncipe Guillermo y Kate Middleton muestran su solidaridad con los jóvenes en 'Centrepoint Camberwell'

Los Duques de Cambridge en el Centrepoint Camberwell

Ante la cercanía de las fiestas navideñas, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton, Duques de Cambridge, han visitado el 'Centrepoint Camberwell' de Londres para acompañar y apoyar a los cientos de jóvenes que se encuentran sin familia y sin hogar.

Como de costumbre, Guillermo y Catalina colaboraron sin dudarlo; con el delantal puesto se atrevieron con los postres y los dulces como buenos reposteros, tal y como hicieron durante su visita a Canadá el pasado mes de julio. Asimismo, el primogénito del Príncipe de Gales pareció darle una clase magistral sobre el tema ante la atenta mirada de los que allí estaban.

A su vez, el Príncipe Guillermo protagonizó uno de los momentos más divertidos de la visita cuando comenzó a bailar con una mujer a un ritmo muy acompasado, mientras la Duquesa le miraba asombrada y sin perder en ningún momento la sonrisa.

Guillermo de Inglaterra baila con una mujer junto a la Duquesa

Mientras se preparan para ser Príncipes de Gales y algún día Reyes de Inglaterra, los Duques de Cambridge suelen colaborar siempre que pueden en actos benéficos para ayudar a los demás, demostrando su solidaridad y saber estar, hechos que les han convertido en dos miembros muy valorados por el pueblo británico.

Guillermo y Catalina, los Duques solidarios

Desde su boda, celebrada en Londres el pasado 29 de abril, los Duques de Cambridge han participado en numerosos actos con trasfondo social, algo que es nuevo para Catalina, una recién llegada a la Familia Real Británica, pero no para el Príncipe Guillermo, acostumbrado a ayudar desde su infancia.

Guillermo de Gales y su hermano Enrique son unos de los principales mecenas de Centrepoint, con el que colaboran desde 2005. Anteriormente, la Princesa Diana de Gales, fallecida en 1997, inculcó a sus dos hijos la necesidad de ayudar a los necesitados, algo que incluso Guillermo puso en práctica en Navidad de 2009, cuando durmió una noche a la intemperie en las calles de Londres.