Iñaki Urdangarin atraviesa el peor momento de su vida. Cuando se enteró de que estaban investigando las actividades del Instituto Nóos se le vino el mundo encima, aunque fue peor cuando fue imputado, cuando declaró, cuando pasó por el trance del juicio y cuando fue condenado. El fallo del Supremo le dio la puntilla, y ya para rematar, ha tenido que entrar en la cárcel para cumplir con la deuda que tiene con la sociedad española tras haber delinquido.
Para la Casa de SM el Rey, su entrada en prisión es un alivio. Iñaki Urdangarin no podía quedar libre después de los desmanes cometidos, y el hecho de ser internado en prisión es un ejemplo de que quien la hace la paga y de que la Justicia es igual para todos. Eso sí, a los Reyes les han pillado convenientemente lejos, muy lejos, tanto que hay un océano de por medio.
Con la mente puesta en Trump
Los Reyes de España se encuentran de viaje oficial en Estados Unidos, país que visitan entre el 14 y el 19 de junio. Tras su paso por Nueva Orleans llegado a San Antonio, donde han celebrado los 300 años de la fundación de estas ciudades, que cuentan con pasado español. Por si fuera poco, el 19 de junio, cuarto aniversario de la subida al Trono de Felipe VI, los Reyes se reúnen con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y con la Primera Dama, Melania Trump, que les reciben en la Casa Blanca.
Cuando Urdangarin entraba en prisión a las 08:13 horas del lunes 18 de junio, los Reyes Felipe y Letizia estaban previsiblemente durmiendo tras haber tenido un día intenso. Horas más tarde, cuando su cuñado tenía que adaptarse a su nueva vida, los Reyes de España, ellos seguían con su agenda en Texas.
El Rey mantuvo un encuentro con empresarios españoles y texanos, para después unirse a la Reina en su visita al Museo de Arte de San Antonio. Para terminar, asistieron al acto organizado por la Fundación Carolina 'Programa Jóvenes Líderes Hispanos" en EE.UU', cerrando su exitoso paso por Texas. Mientras tanto, en Brieva, su cuñado, y en el caso de Felipe VI, examigo, se adapta poco a poco a su nueva realidad, una que jamás pensó que le iba a tocar vivir.
