En la tradicional fiesta real celebrada el 20 de mayo en los jardines del Palacio de Buckingham, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton vivieron un momento particularmente emotivo al reencontrarse con la familia de Liz Hatton, una fotógrafa que falleció de cáncer en noviembre de 2024. En un gesto lleno de ternura, el hermano menor de Liz, Mateo, de solo 9 años, les entregó a los Príncipes dos peluches Jellycat elegidos cuidadosamente por él. Para la Princesa, eligió un peluche en forma de tarta de limón, y para William, uno de cebolla encurtida. Ambos tenían un significado profundo en la vida de Liz.
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Kate Middleton recibe un regalo de Mato Hatton en el Palacio de Buckingham | X Estos populares peluches se han convertido en una especie de "moneda emocional" para los hijos de los Príncipes. " A mis hijos les encantarán. Son el dinero de los niños ", comentó el Príncipe con una sonrisa, refiriéndose al entusiasmo con el que George, Charlotte y Louis coleccionan estos juguetes. De hecho, los tres pequeños han mostrado fascinación por la divertida variedad de peluches, que representan todo tipo de alimentos y personajes.
La elección de los Jellycat no fue casual. Según su madre, Vicky, Liz solía regalar estos peluches a las personas que la hacían feliz. Fue una forma de compartir su cariño y alegría incluso en los momentos más dura de su enfermedad. La tarta de limón, en particular, revivió un momento imborrable: cuando la Princesa de Gales hizo realidad uno de los sueños de Liz al invitarla al Castillo de Windsor, donde pudo disfrutar de un pastel preparado especialmente para ella.
Kate y William, conmovidos y comprometidos
El gesto de Mateo no solo emocionó a la pareja real, sino que también sirvió como impulso para renovar su compromiso con causas solidarias vinculadas a la juventud y la salud. Kate, que lucía un vestido amarillo pálido a juego con el peluche de limón, expresó su admiración por la creatividad de Liz: "Realmente aprovechó todo al máximo. Me encantó su creatividad de principio a fin". La Princesa no dudó en ofrecer su ayuda a la familia para futuras iniciativas de recaudación de fondos en honor a Liz.
El Príncipe William en la tradicional fiesta real celebrada en los jardines del Palacio de Buckingham | XLa historia de Liz y sus Jellycats no solo tocó el corazón de la realeza británica, sino que también los de los jóvenes Príncipes George, Charlotte y Louis ahora asocian estos juguetes no solo con diversión, sino con la historia de fuerza de Liz. Así, lo que comenzó como un simple regalo en una fiesta real se convirtió en un símbolo de amor y de coraje.
