Los vecinos de la zona fueron los primeros sorprendidos al ver pasear al clan Urdangarín-Borbón al completo por los alrededores de la finca. Muchos de los habitantes del municipio manchego aprovecharon la oportunidad, queriéndose fotografiar junto al matrimonio a las puertas de la iglesia de San Sebastián.
Quizá la pareja acudió a una localidad un tanto perdida para buscar la paz y la tranquilidad que desde hace años no encuentran ni en España ni en Suiza. Aprovechando el buen tiempo en Ciudad Real y su ideología religiosa, Cristina de Borbón y Urdangarin acudieron a numerosos actos religiosos que se produjeron en el municipio con motivo de la Semana Santa.
Vuelta a la rutina
Tras estos días de desconexión en familia, la infanta Cristina y su marido regresarán a Ginebra, donde residen habitualmente desde que se marcharan a la ciudad suiza en 2013. En esta ciudad, recibieron la sentencia del 'Caso Nóos' que dictaba la absolución de la hermana del Rey Felipe VI y la condena de Urdangarin a seis años y tres meses de prisión. A pesar de ello, las medidas provisionales dictadas por la Audiencia de Palma permitieron dejar en libertad al marido de la Infanta Cristina, obligado a comparecer el día 1 de cada mes en las dependencias judiciales de Ginebra.