El viernes 9 de octubre de 2020 entró en vigor el Estado de Alarma en la Comunidad de Madrid, o mejor dicho, en la ciudad de Madrid y una serie de ciudades altamente afectadas por el coronavirus, la única forma de controlar la movilidad después de la decisión del TSJM. La Presidenta de la Comunidad de Madrid mostró su desacuerdo con la medida, respaldó las medidas tomadas por su Gobierno, basadas en confinamientos por zonas básicas de salud, criticó el autoritarismo de Sánchez y acusó al Ejecutivo de haber sembrado el caos. Por su parte, el Presidente del Gobierno declaró que los gobernantes deben priorizar salvar vidas.
El reencuentro del Rey con Iglesias y Garzón
Así, Felipe VI ha vuelto a ver a Pablo Iglesias y a Alberto Garzón desde las críticas que los dos miembros del Ejecutivo expresaron sobre el Jefe del Estado. Lo hicieron por su llamada a Carlos Lesmes en la que le comunicó que le hubiera gustado haber estado presente en el acto de entrega de despachos a los integrantes de la última promoción de la carrera judicial. El Gobierno no dio permiso al Rey para ir a Barcelona al acto a pesar de que es tradición que el Monarca esté presente. El Presidente del Consejo General del Poder Judicial mostró su pesar en público por la ausencia del Rey, lo que tuvo como respuesta una llamada de Felipe VI que fue desvelada por Lesmes.
Aunque La Zarzuela aclaró que se trató de una llamada de cortesía sin consideraciones institucionales, el daño ya estaba hecho. Pablo Iglesias respondió: "Respeto institucional significa neutralidad política de la jefatura del Estado, renovación de los órganos judiciales en tiempo y forma, actuaciones de la fuerza pública proporcionales. Art.1.2CE: La soberanía reside en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado". Más duro fue el Ministro de Consumo: "La posición de una Monarquía hereditaria que maniobra contra el Gobierno democráticamente elegido, incumpliendo de ese modo la Constitución que impone su neutralidad, mientras es aplaudida por la extrema derecha es sencillamente insostenible".
Sin embargo, la educación y el respeto mutuo primó sobre los desacuerdos que haya podido haber. El Rey saludó a todos y cada uno de los miembros del Gobierno y ellos hicieron lo mismo. Si bien es cierto que hubo más efusividad por parte de los integrantes socialistas del Ejecutivo, los morados fueron totalmente correctos, lo que incluyó a Iglesias y Garzón.