Galería: La Familia Real Sueca en imágenes
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Aunque Magdalena de Suecia y Chris O'Neill desearían olvidar el robo que sufrieron en la casa de Florida que abandonaron por este motivo, no han podido evitar que vayan saliendo a la luz más detalles sobre lo que pasó aquel día en el que unos criminales se pasearon por su vivienda para saquearles.
La Princesa Magdalena de Suecia y Chris O' Neill en el Jubileo del Rey Carlos Gustavo de SueciaYa se conocía que ni la pareja ni sus tres hijos se encontraban en el domicilio cuando ocurrió el allanamiento, sucedido en el otoño de 2019 sin que se haya podido especificar una fecha más exacta. Lo que no se sabía era qué se habían llevado o qué habían hecho los criminales en la propiedad alquilada por los Bernadotte-O'Neill.
De acuerdo con Svensk Damtidning, los ladrones robaron los lujosos relojes de Chris O'Neill de la marca Rolex, mientras que las cajas fuertes del matrimonio fueron arrojadas a la piscina. Se desconoce si lograron llevarse joyas de la Princesa Magdalena u otros objetos de valor.
Mudanza a otra mansión
Más allá de las pérdidas económicas, lo peor para la princesa y el financiero fue el susto y la indefensión que sentían en su propio hogar. A pesar de que estaban de alquiler y que la casa se había puesto a la venta, Magdalena de Suecia y Chris O'Neill estuvieron a gusto hasta el robo. A partir de ese momento les daba miedo quedarse en esa casa, así que se pusieron manos a la obra para buscar otra propiedad por la zona.
Magdalena de Suecia con sus hijos Leonor, Nicolás y Adrienne de SueciaDespués de una intensa búsqueda se mudaron a otra lujosa mansión en Pinecrest, en Miami Dade que ocuparon ya en 2020. La compra se formalizó en diciembre de 2019 por unos 2,8 millones de euros. La mansión cuenta con 600 metros cuadrados repartidos en seis dormitorios, ocho baños, gimnasio, despacho, sala de juegos, un área infantil y garaje para tres coches y un jardín con piscina y barbacoa. Allí, Duquesa de Hälsingland y Gästrikland, el financiero y sus tres hijos, Leonor, Nicolás y Adrienne, están encantados.
