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El Guards Polo Club de Egham en Surrey, Inglaterra, acogió la final de la Copa de la Reina de Cartier, un acto que demostró nuevamente la pasión que la Familia Real siente por este deporte típicamente británico.
Y es que la encargada de entregar el trofeo y de presidir el acontecimiento fue la Reina Isabel II de Reino Unido, que con su particular estilo lució un abrigo rosa con sombrero a juego y zapatos negros. Este evento tuvo lugar un día después de Trooping the Colour y un día antes de que el Duque de Edimburgo saliera del hospital.
Pero Su Majestad no fue sola, pues cubrió la ausencia de su leal consorte con la presencia de una de sus nietas, la Princesa Beatriz de York, que acudió muy elegante y junto a su novio, Dave Clark, con el que recientemente estuvo de vacaciones en la Costa Azul.
No fueron las únicas representantes de la realeza que acudieron, pues de Mónaco estuvo Carlota Casiraghi, que no dudó en viajar al sur de Inglaterra para asistir a este evento en el que se mezclaron moda y deporte. La hija de la Princesa Carolina, la joven más bella de la realeza mundial, lució un trench beige con el que camufló su vestido.
Lejos de allí estuvieron los Príncipes Guillermo y Harry, que también tuvieron un día de polo, pues participaron en un partido benéfico en el Club Beaufort en Tetbury, Gloucestershire, al que acude año tras año para contribuir con su presencia a una causa solidaria.
Sharon Stone, una estrella de Hollywood en el polo
Aunque no todo fueron 'royals', pues hasta el Guards Polo Club de Egham se trasladaron estrellas de la talla de la actriz Sharon Stone, que se llevó con ella a su hijo. La intérprete Oona Chaplin, hija de Geraldine Chaplin, que actualmente triunfa en la serie 'Juego de Tronos', fue otra de las asistentes.
La cantante galesa Duffy y la soprano Katherine Jenkins, que cantó en el Derby de Epsom 2012, incluido dentro de los actos centrales del Jubileo de Diamante de la Reina Isabel II, y el actor británico Ed Westwick también estuvieron invitados.



