El 8 de septiembre de 2022 el mundo se despedía de la Reina Isabel II, que fallecía a los 96 años de edad, dejando a su hijo como Rey de Inglaterra. Con la publicación del libro de Robert Hardman 'Carlos III: Nuevo Rey, nueva corte. The Inside Story', han salido a la luz algunos de los detalles de la muerte de la Monarca. El autor ha sacado a la luz el memorando que el secretario privado de la Reina, Sir Edward Young, redactó y que fue depositado en el Archivo Real.
La Reina Isabel en una exposición de porcelana en Windsor CastleTal y como el autor cuenta en el libro, los últimos momentos de la Reina Isabel fueron pacíficos y tranquilos, revelando que murió mientras dormía. Además también ha salido a la luz, que, como motivo de la complicada y delicada situación de salud por la que estaba pasando, la Monarca tomó la decisión de escribir dos cartas privadas antes de su muerte, una para su hijo, el Rey Carlos III, y otra para su propio asistente, Sir Edward Young.
Aunque días antes de su muerte la Reina Isabel III pasó por unos momentos complicados, su fallecimiento llegó de forma inesperada. Debido a la circunstancia por la que la Familia Real estaba pasando, antes de la muerte de su madre el actual Rey de Inglaterra tomó un helicóptero hacia Balmoral, leyendo el protocolo de actuación para estar preparado en caso de que la Reina falleciera. También se ha revelado que, tras su llegada, tanto el Rey Carlos como la Reina Camila estuvieron una hora en privado con la Monarca poco antes de su muerte.
La Reina Isabel y el Príncipe Carlos en el Queen's Body Guard for Scotland Reddendo ParadeFue el propio Carlos III el que avisó personalmente a sus hijos, el Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry, de que debían acudir lo antes posible a Balmoral por la situación de la Reina Isabel. A pesar de que llamó personalmente a sus hijos para que se despidieran de Isabel II, el Rey Carlos III aún creía que a su madre le quedaban unos días de vida. Tras ver a su madre, salió a recoger setas para aclarar su mente, a su vuelta recibió la noticia del fallecimiento de la Reina Isabel, cuando, por primera vez, se dirigieron a él como Su Majestad. Cuando llegó a Balmoral, Carlos III trató de avisar al Príncipe Harry para comunicarle la noticia, pero ya estaba volando hacia Escocia.
Acompañada en todo momento
En la biografía también ha salido a la luz quienes fueron las personas que se encontraban con la Reina Isabel II en el momento de su muerte. La Princesa Ana, que se encontraba casualmente en el Castillo de Balmoral, y su amiga más cercana, Angela Kelly, se alternaban para estar junto a la monarca, que no quisieron separarse de ella. Al mismo tiempo que ambas acompañaban alternamente a la Reina Isabel, el reverendo Kenneth MacKenzie le leía la Biblia.
