REPASO A LA HISTORIA

Del accidente de Felipe Juan Froilán a la trágica muerte del Infante Alfonso en Villa Giralda

La relación de la Familia Real Española con las armas ha causado grandes desgracias, la peor la que acabó con la vida del hermano del Rey en 1956.

Sergio Oviedo 14 Abril 2012 en Bekia

Galería: La Familia Real Española en imágenes

En todas las familias han ocurrido tragedias, algunas de mayor o menor magnitud. La Familia Real Española se está recuperando de una que parece que no tendrá mayores consecuencias, al menos físicas, para el afectado, Felipe Juan Froilán de Marichalar y de Borbón, que se disparó accidentalmente el pie con una escopeta.

El accidente del primogénito de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar volvió a traer a la memoria la amarga relación de la Casa Real con las armas de fuego, pues a pesar de que algunos de ellos las manejan con soltura, sobre todo el Rey, una de ellas fue la causante de una de las mayores tragedias de la Familia Real Española.

La tragedia de Estoril

El 29 de marzo de 1956, día de Jueves Santo, quedó marcado a fuego para siempre en la memoria del entonces Juan Carlos de Borbón y del resto de su familia. Ese día, el Infante Alfonso, hijo menor de los Condes de Barcelona, había disputado un torneo de golf del que salió victorioso. Más tarde la familia fue a rezar antes de regresar a Villa Giralda, residencia de los Barcelona en Estoril, localidad portuguesa donde permanecieron exiliados durante más de tres décadas.

En la vivienda se encontraba también Don Juan Carlos, que había regresado para pasar la Pascua desde la Academia Militar de Zaragoza y había traído una Long Automatic Star de calibre 22 que causó sensación entre los varones de los Barcelona, sobre todo en el Infante Alfonsito, tanto que no dudaron en jugar con ella.

Ante la insistencia, la Condesa de Barcelona entregó el arma a sus vástagos sin saber lo que iba a ocurrir poco después. Y es que en una de las habitaciones de Villa Giralda ocurrió un hecho que provocó la mayor desgracia a la que nuestro Rey ha tenido que enfrentarse en su vida cuando disparó accidentalmente contra Alfonsito, que cayó fulminado. A pesar de todo, las versiones sobre cómo ocurrió son diversas y confusas, pues nunca se investigó, aunque sí quedó demostrado que fue un terrible accidente.

La sala de visitas de Villa Giralda acogió la capilla ardiente en la que Don Juan, abatido por la desgracia, pronunció unas palabras que se clavaron en Juan Carlos: "¡Júrame que no lo has hecho a propósito!". Dos días después se celebró el entierro en el cementerio de Cascais, donde se echó tierra española sobre el ataúd, un féretro que regresó en 1992 al Panteón de Infantes del Monasterio de El Escorial.

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