Ahora aquella conversación entre amigos captada por varias cámaras (demasiada para el gusto del cantante) se ha convertido en un largometraje que se ha estrenado en el Festival de Cine de Málaga como cualquier otra gran obra del cine. Aunque este es metraje que rezuma realidad por todas partes, pero no de la forma que se podría esperar: "No queríamos que esta entrevista fuera de lágrimas, ya habíamos llorado bastante los dos, solo es la charla de dos amigos hablando de la vida", confiesa el propio Évole en una entrevista para Esquire.
Antes de proyectarse en la gran pantalla, el tráiler sobre la entrevista dejó al mundo ya dos grandes lecciones sobre el valor de la vida dadas por quien sabe que pronto se le va a ser arrebatada: "No me quiero morir, tengo cosas que hacer. No me va bien, pero es lo que hay", reconoce el propio Pau Donés. Pero a pesar de ir descontando los días, el propio cantante le reconoce a Évole que "no tengo miedo a la muerte, el miedo te bloquea".
El que fue vocalista de Jarabe de Palo muestra como saber que la vida se le iba a acabar le hizo apreciarla como de verdad debería de hacer todo el mundo: "Desde el primer día que me dijeron que me iba a morir, solo me interesaba la vida". Algo que quiso quemar desde que le dijeron que tenía cáncer en 2015: grabó un disco, hizo varias giras y se fue a vivir un año con su hija a California. Y estuvo haciendo música hasta el último momento dejando la que se creyó que sería la última imagen suya en vida en el videoclip de 'Eso que tú me das'.
Las lágrimas de Jordi Évole
El periodista recuerda que le costó asimilar lo que había ocurrido: "Esto no volverá a pasar, nadie me va a llamar para que le haga una entrevista a punto de morir", asegura: "Que alguien de la relevancia de Pau Donés decida hablar, dar la cara, mostrarse como estaba, es inédito". Évole fue consciente de todo al día siguiente de morir el cantante: "Al día siguiente no podía levantarme, estaba roto", reconocía limpiando las lágrimas.