La socialité ha contado que se ha quedado sin uno de sus principales ingresos y que no está siendo fácil par ella.
La crisis sanitaria del coronavirus ha dado paso a una crisis económica sin precedentes en España. El país está viendo unos de los peores datos de la historia de paro, y con ellos muchas familias están pasando realmente por una situación angustiosa que esperan que pueda pasar de una vez por todas. Y esto afecta a muchas personas, es más, algunos famosos lo han contando en primera persona como Kiko Rivera que está viviendo gracias a la ayuda a los autónomos.
Otra de las personas que no lo está pasando nada bien y que se ha sincerado al respecto ha sido Carmen Lomana, y ha sido en el programa 'Todo es mentira' de Risto Mejide donde lo ha contado, puesto que está pasando por verdaderos apuros económicos teniendo en cuenta cuál es su estilo de vida. Una de su mayores fuentes de ingresos es el alquiler de oficinas, y debido al cierre temporal de algunas empresas, se han quedado vacías, por lo que no percibe prácticamente nada. "Fundamentalmente vivo de eso y se han quedado vacías", ha contado en el programa, y aunque lo esté pasando mal, de momento no va a pasar hambre: "Tengo para comer, pero no sé por cuánto tiempo". De momento sigue consiguiendo ingresos gracias a la televisión, y ahora es una de las colaboradoras del plató en 'Supervivientes 2020'.
Entre tanto, ha aprovechado la ocasión para mostrar su enfado con el Gobierno y la gestión que está haciendo de la pandemia, y sobre las personas que la tachan de fascista, ha dicho: "Una palabra de moda que les encanta, se les llena la boca". Por otro lado, se ha mostrado muy dura con el director del Centro de Alertas Sanitarias, Fernando Simón, otra de las personas en jaque en esta pandemia. Muy enfadada con el Gobierno y su gestión de la pandemia
Sus palabras al respecto han sido las siguientes: "Estoy que echo chispas contra el Gobierno y contra el 'doctor virus' que no lo puedo soportar. En febrero dijo que aquí no iba a pasar nada, que solo habría unos pocos contagios. Eso es de juzgado de guardia", y a pesar de que está de acuerdo con lo que se defiende en las manifestaciones de las caceroladas, no cree que se deba de hacer así porque es peligroso: "Tienen toda la razón del mundo para protestar, pero desde la ventana, porque es muy peligroso concentrarse en la calle. Es una irresponsabilidad tremenda».