El actor ha compartido una foto que ha hecho saltar las alarmas, una imagen con una mujer que no es Leotta.
Parece que para Can Yaman ha comenzado una nueva etapa en la que Diletta Leotta ha pasado a la historia. El actor turco comenzó el verano muy enamorado de la presentadora italiana, pero su amor se ha agotado antes de lo esperado. Los dos dejaron de compartir fotos juntos en sus redes sociales, de estar presentes en los mejores y más importantes momentos del otro, y todo eso hizo que saltaran las alarmas.
Fue ella la que se pronunció por primera vez en una entrevista concedida al programa 'Verissimo', en la que dijo: "Fue una hermosa historia, un sueño, un cuento de hadas, un amor a primera vista. Creo que sigo enamorada, pero no es un momento fácil", y estas palabras impactaron mucho, aunque parece que no hay vuelta atrás y que su historia de amor no tendrá una segunda oportunidad. La velocidad del actor en querer formalizar su relación ella -le pidió matrimonio a los meses de empezar- quizás ha tenido mucho que ver en que las cosas no hayan salido bien, pero sea como fuere él ha hecho borrón y cuenta nueva, es más, ha publicado una foto en su cuenta de Instagram que ha creado una gran expectación.
El turco subió una foto a su cuenta de Instagram en la que aparece acompañada por Francesca Chillemi, aunque nada más lejos de la realidad porque -de momento- es solo una compañera de rodaje de la nueva serie italiana que protagoniza 'Viola come il mare'. De hecho, la modelo y actriz mantiene una relación con el empresario Stefano Rosso, con el que tiene una hija, así que nada hace presagiar que lo suyo sea algo más que una amistad. El trabajo, lo único que le 'ata' a Italia
Can Yaman sigue muy centrado en sus proyectos profesionales que le siguen vinculando a Italia, aunque una vez terminen estos proyectos, no tendrá una razón de peso como es el amor para continuar en el país italiano que tanto le gusta. Por otro lado, el deporte es una de sus máximas motivaciones y parece que no parará de estar volcado al culto a su cuerpo, sin pensar en estos momentos demasiado en el amor, un aspecto que se ha quedado en un segundo plano en su vida.