Alejandro Albalá cambia su rumbo profesional: ha abierto un estanco en Carabanchel

Alejandro Albalá, el que fuera marido de Isa Pantoja y casi finalista de 'Supervivientes 2021', ha tenido que buscarse la vida. Tras la final de 'SV' pocas han sido las veces que el santanderino se dejaba ver en televisión, solo alguna colaboración muy puntual y ya. Por ello, y como cualquier ciudadano de a pie, el joven ha tenido que buscarse otro rumbo laboral con el que suplir todos sus gastos.

Alejandro Albalá entrando en el plató de 'GH DÚO' como tercer finalista

Tal y como ya había adelantado en una entrevista poco después de volver de Honduras: "Mis amigos me recomiendan que invierta el dinero de 'SV' en ladrillo, pero yo estoy pensando en un negocio ". El de Cantabria ya había dejado caer una pista, pero no ha sido hasta ahora cuando ha trascendido cuál es el negocio escogido. Y ha elegido bien.

Alejandro Albalá se ha lanzado a abrir un estanco en uno de los barrios más populares de la capital: Carabanchel. A él acude cada mañana como cualquier trabajador en horario de nueve a tres. Él mismo despacha a los clientes administrándoles tabaco, así como productos relacionados con el vicio. Además, también vende sellos y recarga el abono de transporte de la Comunidad.

Alejandro Albalá en el aeropuerto tras su viaje a Honduras

Además, ni corto ni perezoso, el local también tiene que ser limpiado y mantenido. Lejos de subcontratar ese servicio, el santanderino no pierde los anillos por sacar la basura o barrer tanto el local como la puerta. Seguro que a más de uno le ha sorprendido en estos días encontrarse con el exsupervivientes haciendo labores tan mundanas como vender tabaco.

Aun quiere hacer televisión

A pesar de no perder los anillos al haber cambiado tan drásticamente su trabajo, bien es cierto que el joven no se ha pronunciado en sus redes acerca de su nuevo oficio. Quizá, en el fondo, se avergüence o sienta que ha caido muy bajo. O quizá, por otro lado, quiera volver a televisión. A él siempre le ha picado el gusanillo de la pequeña pantalla. Era su sueño y, de hecho, lo intentó un tiempo como productor, pero no lo consiguió.