Alba, la hija de Mila Ximénez, su mayor apoyo en la lucha contra el cáncer de pulmón

Mila Ximénez no está pasando por un buen momento. La colaboradora ha sido diagnosticada con cáncer de pulmón, algo que le ha caído como un auténtico jarro de agua fría. Nada hacía presagiar que esta situación se iba a complicar tanto puesto que Ximénez tan solo tenía fuertes dolores de espalda que no sabían de dónde provenían. Cuál fue la terrible sorpresa al conocer la noticia de que tenía cáncer.

Ella misma fue la encargada de contar la noticia en 'Sálvame' a través de una llamada telefónica que conmovió a los allí presentes, incluso a los que ya lo sabían como eran Kiko Hernández y Jorge Javier Vázquez. La situación es bastante delicada puesto que no se puede operar para extirpar el tumor, sino que tiene una serie de ramificaciones en el pulmón que hay que tratar con radioterapia, quimioterapia e inmunoterapia.

Alba, hija de Mila Ximénez, llegando de Ámsterdam para estar con su madre

Para afrontar esta situación tan complicada está rodeada de las personas que más la quieren y ya se la había podido ver acompañada por dos de sus hermanos acudiendo a las consultas médicas, así como a comer. Las últimas imágenes han sido visitando a María Teresa Campos junto a Terelu, quienes se han convertido en un gran apoyo, pero a la colaboradora le faltaba la persona más importante: su hija Alba que reside en Ámsterdam.

Un apoyo fundamental

Alba llegaba al aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas con el rostro cubierto con mascarilla y gafas de sol, pero se intuía la preocupación por su madre, quien es un pilar fundamental en su vida. Rápidamente se desplazaba hasta la casa de Mila Ximénez y, unas horas después, eran fotografiadas juntas a las puertas de su residencia antes de poner rumbo a la consulta médica.

Mila Ximénez y su hija Alba acudiendo al hospital

Tras esto, eran vistas llegando al Hospital de la Luz en Madrid donde Mila Ximénez llevará a cabo el tratamiento y, por primera vez, se ha podido ver a la colaboradora sin gafas de sol, notando la preocupación en su mirada. Por su parte, Alba volvía a ir con gafas de sol y el ceño fruncido, signo de que la preocupación es mayúscula y tan solo quiere estar al lado de su madre en todo momento.