El 7 de febrero de 2001, varios días después del fallecimiento y entierro de Pedro Carrasco, se celebró una misa funeral en su memoria a la que acudieron los familiares del boxeador. Como era de esperar, Rocío Carrasco hizo acto de presencia en esta celebración, acudiendo acompañada de Fidel Albiac, pero también de su madre, Rocío Jurado, y de buena parte de los Mohedano mediáticos a los que ahora tacha de "jauría". Sin embargo, a la salida de la iglesia fueron sorprendidos con una inaudita oleada de abucheos que, 21 años después, todavía siguen resonando en su cabeza, debido a la persona que, según ella, los había provocado.
"Alguien se encargó de poner a cuatro o cinco alborotadores"
Al grito de "¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera!", el público congregado a las puertas del templo en el que se ofició el funeral en memoria de Pedro Carrasco despidió a Rocío Jurado y su hija a la salida de la ceremonia. Rocío Carrasco ha vuelto a visualizar estas imágenes en el cuarto capítulo de 'En el nombre de Rocío', definiendo el momento de "dantesco y vergonzoso" y resaltando el pésimo comportamiento de una prensa que se mostraba carroñera y puramente sensacionalista, captando en todo momento esta terrible situación que jamás debería haberse producido.
Sin embargo, los periodistas no fueron los culpables de que aquello se produjera. Rocío Carrasco no ha dudado en señalar que fue 'el ser', como así se refiere siempre a Antonio David Flores, quién alimentó aquella situación. "Todas esas personas estaban ahí porque alguien se encargó de poner a cuatro o cinco alborotadores para que hicieran ese jaleo. Si me preguntas quién, todo viene del mismo sitio, viene por parte del ser", confesó a Anaís Peces, directora de la serie documental. Además, la hija de 'la más grande' también detalló que el ex Guardia Vivil ya había acudido días antes al tanatorio, siendo su tío Antonio Carrasco el que le dejó pasar con la finalidad e evitar un altercado.