No hay duda de que el momento no es fácil para Gianmarco, pero ha querido someterse a un polígrafo para resolver todas las dudas que sobrevuelan sobre él y su paso por el concurso. Son muchos los aspectos que se han cuestionado sobre el italiano, desde que entró con una estrategia para ligar hasta que no está verdaderamente enamorado de Adara.
Pues bien, lejos de sorprender con mentiras, el polígrafo de Gianmarco ha resultado ser un cúmulo de verdades que le han dejado en el mejor lugar posible. Entre las respuestas más destacadas hay que comentar que no entró a la casa con la estrategia de seducir a nadie, algo que se había cuestionado mucho cuando comenzó 'GH VIP 7'. Además, también reveló que no hubo tocamientos sexuales con Adara, tema que levantó sospechas ante el movimiento de colchón de una de las noches.
Una de las mayores preocupaciones que tiene Gianmarco y que ha querido explicar durante el polígrafo es que teme que Adara le esté utilizando para separarse de Hugo Sierra, algo que no sería nada descabellado teniendo en cuenta que confesó que no era feliz en su matrimonio. La última pregunta fue la que remató un polígrafo impecable: Está enamorado de Adara.
Una etapa difícil en su vida
Durante el polígrafo también se hicieron algunas preguntas de su vida pasada, concretamente de la época en la que le hacían bullying en el colegio: "La profesora me hizo quitar la camiseta delante de todos. Mis padres lo sabían y al final ellos veían que yo sufría mucho pero comiendo estaba feliz", relataba el entrevistado con pena en la mirada. Además, relató otro suceso complicado: "Hubo una vez que estaba jugando al fútbol y al ir a ducharnos un compañero me meó en los zapatos. Yo le pregunté que por qué lo había hecho y me pegó una bofetada".
Poco a poco fue superando esta situación y así lo contaba en 'Sábado Deluxe': "Mis compañeros de colegio han flipado con mi cambio, estaban como enfadados porque yo hubiera cambiado de ser una persona gorda. Di un cambio porque o seguía así o cambiaba. Empecé con el boxeo porque fue un momento en el que sufrí mucho. Mis padres tampoco sabían qué hacer para ayudarme. Por no hablarlo con mis padres comía para ser feliz". Ahora todo eso ha pasado y Gianmarco es feliz con su vida y consigo mismo.