Una ruptura no es plato de gusto, pero el presentador se lo está tomando bien y tiene nuevas ilusiones y esperanzas.
Jorge Javier Vázquez está encantado con su faceta teatral, pero eso no quita para que no pierda la oportunidad de aceptar los proyectos televisivos que más le llenan. Uno de ellos es 'Supervivientes', un programa que funciona y que le hace profundamente feliz, ya que se mueve en él como pez en el agua.
Ya falta poco para que los concursantes viajen a Honduras para comenzar la aventura, y por ello los presentadores hablaron con la prensa antes del estreno de 'Supervivientes 2018'. Así, Sandra Barneda, Lara Álvarez y Jorge Javier Vázquez hablaron con los medios y posaron juntos mostrando la gran complicidad que les une.Una vez ante las cámaras, Jorge Javier Vázquez comentó que no estaba nervioso ante el estreno de 'Supervivientes 2018' porque no se pone nervioso trabajando: "No me pongo nervioso trabajando y no me gusta la gente que se pone muy nerviosa trabajando. Quiero ir a pasárselo bien, es fundamental para un trabajo".
Su vida sin Paco
No obvió el tema de su ruptura con Paco, con el que ha terminado una larga relación que ha sido siempre de ida y vuelta: ;"Nos conocemos como si nos hubiéramos parido, somos compañeros de vida, formamos un equipo estupendo. Sé, porque forma parte de la producción de la obra ('Grandes Éxitos'), que una función de teatro conlleva mucho estrés y es muy complicado y pasa mucha factura. Me ha pillado muy tranquilo, hemos roto tantas veces que me lo tomo de vacaciones, ahora por si acaso vuelvo me voy a entretener. Gente que lleva muchos años de pareja y me dice, 'qué envidia'", manifestó el presentador.
Comentó además que no sabía nada de la pedida de mano de Nagore Robles a Sandra Barneda pero que a él no le gusta las bodas, ni tampoco las entiende porque él es más práctico: "No entiendo las bodas, me encanta romper y no llamar al abogado". En ese sentido y pese a su separación, reconoce que está muy bien porque todo en su vida está bien, tanto personal como profesionalmente. Solo puede pedir una cosa a la vida: "Que me salga un maromo de 25, de 25 años. Este va a ser el titular". No se equivocaba, no.