El conflicto mediático entre Gloria Camila y su exnovio, Kiko Jiménez, ha resurgido con fuerza tras sus declaraciones en el programa 'Fiesta', donde criticó duramente el tratamiento televisivo del futuro de la hija de Michu y José Fernando. Ambos colaboradores del programa (que no coinciden en plató) mantienen una relación tensa desde su ruptura.
Kiko no dudó en calificar de "deleznable" la exposición pública del caso, mostrando su incomodidad con el hecho de que se hable de la menor en televisión. "He sentido vergüenza al ver cómo se exponen los intereses de una niña de ocho años. Si no quieres participar, hablas con dirección y lo dices", aseguró.

Un día después, Gloria Camila respondió con firmeza desde el mismo programa, visiblemente enfadada. "Me parece deleznable que salga este señor diciendo eso cuando él es el primero que se ha sentado en platós cobrando para hablar mal de mí y de mi familia", declaró, dejando claro que no permitirá ataques sin fundamento.
La hija de Ortega Cano defendió su postura ante el caso, recordando que será un juez quien decidirá el futuro de la menor y que su familia ha actuado siempre con respeto. "Mi sobrina tiene un padre que es mi hermano, eso que no se le olvide a nadie", añadió, haciendo alusión al papel del entorno paterno.

Además, respondió a las acusaciones de hablar sobre la niña: "Yo vengo en calidad de colaboradora a hablar sobre temas de actualidad. Yo de este tema he hablado siempre desde el respeto ". Subrayó que no ha decidido los temas tratados en el programa y que nunca ha hablado directamente de la menor, insistiendo: "Los primeros que hemos pedido respeto por esa niña hemos sido nosotros. Ni Tamara ni la madre de Michu la han respetado. Nosotros no hemos hecho nada".
Sobre los ataques recibidos por parte de familiares de Michu, la colaboradora fue tajante: "Han ido a hablar de mí sin conocerme. Me han dolido muchas cosas, pero no quiero entrar".
Una guerra de versiones
Mientras tanto, el debate sobre la custodia de la niña continúa. Familiares maternos reclaman su tutela, pero vecinos de Arcos de la Frontera desmienten esos vínculos, señalando que Michu no mantenía relación con su madre ni hermana.