DATOS Y FECHAS

Fernando Simón pone fecha al control de la pandemia y carga contra los negacionistas en 'Planeta Calleja'

El epidemiólogo ha hablado sobre cómo se tomó la decisión del confinamiento, la gestión de la pandemia y sobre la vacuna.

Bekia 03 Octubre 2020 en Bekia

Fernando Simón aceptó la invitación de Jesús Calleja para participar en 'Planeta Calleja'. El aventurero leonés le llevó a Mallorca para hacer senderismo, buceo, espeleología y para montar en globo. Además de eso, le hizo numerosas preguntas a las que el epidemiólogo no tuvo reparos en contestar. El Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad habló de su familia y de cómo había conocido a su mujer. Explicó sus polémicas vacaciones a Portugal y reconoció que si se sentía famoso realmente era porque Jesús Calleja le había llamado para 'Planeta Calleja'.

Además de esos temas más personales, comentó la gestión de la pandemia: "Las cosas se han hecho suficientemente bien, pero aunque todo hubiera ido muy, muy bien, habría que mirar qué sería mejorable. Me ha tocado un papel más llamativo, más protagonista, pero con los equipos que tenemos detrás que se han dejado la piel día tras día. Podemos estar orgullosos del esfuerzo y trabajo que hemos hecho. ¿Se podían haber hecho las cosas de otra manera? No lo sé. No era fácil tomar decisiones diferentes a las que hemos tomado. Hemos hecho todo lo que razonablemente se podía hacer. Siempre hay cosas que se pueden hacer mejor".

"En España hemos hecho un estudio de seroprevalencia y sabemos lo que hubo. Sabemos lo que detectamos y lo que hubo, un poco más de 10 veces lo que detectamos. Afectó a un 5 por ciento de la población, 2,4 millones. Habíamos detectado algo menos de 230.000. Detectamos los más graves. No sabemos lo que han detectado otros países. Alemania nos ha llamado la atención y hemos hablado con ellos. Tuvo acceso a más pruebas diagnósticas que se fabricaban allí. No sabemos qué hizo bien Alemania. Ni cuando hablamos con ellos encontramos diferencias. Sí que es verdad que la forma de relacionarse es diferente en nuestro país. No tenemos que cambiar la forma de ser, tenemos que cambiar algunos detalles. Hay que relacionarse parecido, pero con un poco más de distancia. Nos podemos querer, pero con menos abrazos. Nuestros mayores necesitan relacionarse y moverse. No tienen que tener miedo, tienen que ser prudentes, y lo están siendo, se están controlando. Hay que salir a pasear, mantener una salud adecuada para enfrentarse al virus. La letalidad ha bajado del 12 al 5 por ciento y si cogemos los últimos dos meses, al 0,5".

"Cuando tomas cualquier medida, todas tienen mucho impacto y sabemos que van a afectar a alguien negativamente, y nos duele, pero hay que valorar el impacto en la salud pública. El impacto negativo económico ha sido enorme, pero con una pandemia como esta no hay mucha alternativa. Tratamos de retomar la vida económica y social lo más rápido que se ha podido, pero el impacto ha sido grande y nos duele. Hace años que sabíamos que tenía que venir una pandemia. La de 2009 se quedó ahí. No teníamos seguridad, pero la historia demuestra que cada x años hay pandemias de este tipo. Había transmisión en Wuhan, pero no fuera de allí. Si en China no se distribuye, ¿por qué se va a distribuir por el resto del mundo? Sospechas que es más gordo de lo que parece, pero que confinen a la ciudad, están haciendo medidas al estilo chino. El problema de Europa se extendió y se masificó cuando en Italia hubo transmisión masiva. Tenemos mucha movilidad con Italia. Tuvimos problemas de entender cómo se extiende la enfermedad. El 16 de enero empezamos a trabajar 14, 15, 16 horas todos las días. A final de febrero vimos el problema de Italia. El 8M no tuvo nada que ver, necesitas varios días de desarrollo de síntomas. El riesgo de ir a esa manifestación era igual al riesgo de ir en Metro esos días", señaló Simón.

"Madrid centraliza todo. La posibilidad de hacer cierres parciales en España era complicada. Se producen acciones drásticas que tenían un impacto a nivel local, pero menos bueno fuera de la zona. Teníamos una reunión periódica con el Presidente y parte de su ejecutivo. Había dudas, miedos a tomar decisiones drásticas por el impacto a la economía, que ya no era de las más boyantes, iba a tener impacto a nivel social. Teníamos el sistema en riesgo de colapsar. O se controla la movilidad o colapsa el sistema sanitario. Recuerdo un momento de silencio del Presidente, y dijo: 'vamos a hacer lo que hay que hacer, vamos a cerrar la actividad no esencial'. Sentí un peso en las espaldas, por algo que he dicho se va a cerrar un país. Nunca me hubiera imaginado que un presidente fuera a cerrar un país. Pensé que este hombre tiene mucho valor. Al salir me flojeaban las piernas. Se discutió mucho, muchas opciones, no había más opción que el confinamiento", manifestó el epidemiólogo.

"Tengo la conciencia tranquila. Tiendo a responsabilizarme mucho de lo que pasa a mi alrededor. Tomamos las decisiones que había que tomar. Algunas se podían haber tomado antes, alguna se podía haber tomado más tarde, desde luego que sí. Vamos a proponer evaluaciones internas y externas y se harán en el momento adecuado. Lo que hicimos lo hicimos para salvar vidas. Sé que con lo que hemos hecho hay gente que no se ha muerto, por lo que se ha hecho. Ha habido gente que se ha muerto y cada uno de ellos pesa", declaró el Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

Contra los negacionistas

Simón cambió el gesto cuando Calleja le sacó el tema de los negacionistas: "Los negacionistas son peligrosos para la vida de las personas. Hay gente que tiene teorías conspirativas para todo. Nos enfrentamos a estos grupos desde hace muchos años sobre todo con vacunas. Me molesta porque es irracional que en un mundo como el nuestro, con el acceso que hay a la información y el esfuerzo que se hace para ser transparente y garantizar la calidad de nuestra vida. Negar lo que es evidente que está demostrado, está cerca de mentir y eso me molesta". No dudó en hablar sobre la vacuna y su seguridad: "La garantía de calidad y seguridad que se les exige a las vacunas es extrema. No se va a poner en riesgo la salud de las personas sanas. Las vacunas son lo mejor que le ha pasado al mundo, han salvado millones de vidas, hemos conseguido erradicar la viruela gracias a las vacunas. Cuando llegue la vacuna, tenemos que vacunarnos".

Simón, que comentó que la app Radar COVID necesita para funcionar bien que la usen entre 8 y 9 millones de españoles, negó que vaya a haber otro confinamiento como el de marzo y abril de 2020. "Es difícil que vuelva a ver un confinamiento como el de marzo. En diciembre (de 2020) es posible que haya algunos millones de vacunas para vacunar a grupos vulnerables. No es seguro, pero es muy posible. Las teorías conspirativas no son para trasladarlas a tu vida, te ríes con ellas, pero hay que ser razonable. Hay gente que duda de las vacunas, pero que lo tomen con los datos y la verdad en la mano, no con habladurías y supersticiones. Será una vacunación progresiva. Habrá vacunas suficientes para vacunar a todos. A mitad del año que viene con un porcentaje de vacunación muy alta más la inmunidad, el riesgo de epidemia importante será muy bajo. Entre diciembre y enero será más favorable para hacer una vida normal, pero seguimos viviendo con el coronavirus, así que mascarilla, lavado de manos y distancia. No lo puedo decir con seguridad, pero estoy casi seguro de que antes del próximo año no tendrá nada que ver con lo que hemos vivido ahora. Hemos aprendido cosas importantes para nuestros hábitos diarios, puede que consigamos controlar mejor enfermedades similares a estas. Creo que la desescalada se hizo bien aunque se pudo hacer mejor todo. Se hizo razonablemente bien. Tenemos que potenciar la salud pública en España, que los equipos sean bien dimensionados y haya mecanismos de prevención y promoción de la salud, hay que conseguir implementarlo. La atención primaria es fundamental", añadió Fernando Simón, que espera que su participación en 'Planeta Calleja' sirva para concienciar, pero también para dar esperanza.