Precisamente por eso ha sido elegida para ser una de las concursantes de 'Ven a cenar conmigo: Summer Edition', el talent show de cocina de Cuatro en el que la extronista podrá hacerse con 3.000 euros si demuestra que es mejor anfitriona que Rafael Amargo, Alonso Caparrós, Mónica Hoyos o Caremen Alcayde, sus contrincantes. Durante la cuarta entrega del programa, Marzoli no destacó especialmente por su menú: una especie de pasta con salsa de setas que compró en el supermercado, pero la casa en la que vive sí que logró dejar a todos los comensales con la boca abierta.
La televisiva pasa su día a día en un bonito piso situado en el Paseo de la Castellana, muy cerca del Ministerio de Defensa. La vivienda está decorada con un estilo moderno a la par que elegante, y está equipada con todo lujo de detalles: aire acondicionado, suelo de parquet, terraza, ... Pero, sin duda, lo que más llama la atención del hogar, dulce hogar de Marzoli es el ropero que se ha montado en su habitación, en el que guarda más prendas que unos grandes almacenes. Alfombra de pelo blanco, la portada de Interviú que hizo en su día, zapatero lleno de tacones y hasta un cómodo asiento para no cansarse mientras piensa qué se va a poner son algunos de los menesteres que se pueden encontrar en el fabuloso armario de la exsuperviviente.
Suspensa en los fogones
También tuvo dificultades a la hora de encontrar el rallador, que tuvo que alcanzar subiéndose en la encimera porque estaba escondido en lo alto de los armarios. Si la venezolana hubiera invertido un poco menos en su ropero y un poco más en la cocina, tendía una casa de 10 en la que todo el mundo desearía vivir, pero se nota con creces cuáles son las prioridades de una de las colaboradoras más polémicas de Mediaset.