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La modelo de ascendencia jordana Sarah Zghoul fue asesinada el pasado mes de enero de una manera que muchos califican como brutal y desgarradora. Su cuerpo fue hallado en el interior de un vehículo y las autoridades que lo encontraron quedaron aterradas con el estado en el que estaba.
La joven, que estaba establecida desde hacía años en Estados Unidos, había sido decapitada y descuartizada por el asesino, para después repartir sus restos en el interior de dos maletas. Todo apunta a que el principal sospechoso del crimen es un vecino de la propia Zghoul, ya que, después de ser identificado el pasado 30 de enero, intentó cometer un presunto suicidio cortándose las venas. Su nombre es Jeremiah Johnston y es un exconvicto cuyos antecedentes penales mostraban que había traficado con drogas y cometido infracciones de tráfico en otras ocasiones.
La modelo con su hijo / InstagramTodavía no ha sido declarado como culpable, ya que las autoridades, a pesar de encontrar evidencias que apuntan a él, no establecen el motivo por el que habría cometido el brutal asesinato. Durante varios días la joven de 28 años fue dada por desaparecida y muchos policías se involucraron en una intensiva búsqueda para descubrir su paradero. Sin embargo, después de las declaraciones de un testigo que afirmaba haber escuchado gritos de socorro, lograron dar con la pista tanto del cuerpo de la víctima como del posible culpable de su muerte.
Una vida en las pasarelas
Sarah Zghoul se dedicaba en cuerpo y alma a su profesión y muchos alababan la naturalidad con la que ejercía de modelo. No obstante, también había conseguido convertirse en una reconocida instagramer gracias a sus bonitas fotografías y sus frases motivacionales. A parte, era madre de un niño, con el que se dejaba ver en ocasiones en sus redes sociales, y su sueño era convertirse en actriz para poder ayudar así a los más necesitados.
