El relevo en la jefatura del Estado ha traído aires de renovación en el seno de una Institución que lucha por mostrar una imagen de modernidad. Desde el mismo día de la proclamación, el Rey Felipe VI ha apostado por los cambios y la regeneración en Casa Real, y su estancia en Mallorca no podía ser menos.
En su primera estancia en Mallorca desde que se convirtieron en Reyes de España, Don Felipe y Doña Letizia decidieron sustituir la recepción a las autoridades por una abierta a la sociedad balear, con representantes de empresarios, deportistas, escritores, periodistas, sindicalistas y representantes de ONG's, entre otros colectivos.
Símbolo de los nuevos tiempos
Los Reyes derrocharon simpatía en la recepción a los invitados, un acto en el que la Reina Letizia volvió a apostar con acierto por el color blanco en un vestido que causó sensación. Entre los asistentes estuvieron Carlos Moyá, Carolina Cerezuela, la escritora Carme Riera o el cantante de ópera Joan Pons.
El exgeneral José Falcó, gestor del Banco de Alimentos, el líder del Proyecto Hombre contra la droga, Tomeu Catalá, los empresarios del sector turístico Simón Pedro Barceló, Gabriel Escarrer, Abel Matutes, José Hidalgo o Carmen Riu fueron otros de los asistentes en una recepción en la que destacó la presencia de Jan Gómez, miembro de la asociación Ben Amics en la que se encuentran gays, lesbianas y transexuales, un nuevo gesto de los Reyes con el colectivo homosexual.
Otra novedad de la noche fue la sustitución de la cena por un cóctel con el que los Reyes de España pudieron charlar con todos los invitados, y así evitar la rigidez de una cena en la que no te puedes levantar del asiento. Monarquía renovada para un tiempo nuevo...