Desde que el domingo 20 de febrero de 2022 la Casa Real Británica comunicara el positivo de la Reina Isabel, se dejó claro que las actividades oficiales de la Monarca seguirían adelante si su estado de salud se lo permitía. Finalmente pudo llevar a cabo las conocidas como tareas ligeras de despacho desde Windsor Castle, así como su llamada semanal con Boris Johnson, Primer Ministro de Reino Unido, teniendo que cancelar los compromisos telemáticos marcados.
La Reina Isabel con bastón en su 70 aniversario de reinadoUna semana después de su positivo, y tras haber sufrido síntomas similares a los de un resfriado, la Monarca recibió el alta y se desplazó al cercano Frogmore para reunirse con los Duques de Cambridge y sus hijos y con la Princesa Beatriz de York y su hija Sienna Elizabeth. Además, ya recuperada continuó con su agenda telemática mientras lamentaba la cancelación de la recepción al Cuerpo Diplomático en Windsor Castle prevista para el 2 de marzo de 2022, y que tuvo que ser pospuesta por la invasión de Rusia a Ucrania.
Complicidad con Justin Trudeau
Precisamente la guerra ha sido lo que le ha llevado al que ha sido su primer compromiso presencial tras recuperarse. Sucedió en la Oak Room de Windsor Castle, donde ofreció una audiencia a Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá. El mandatario viajó a Reino Unido como parte de las conversaciones internacionales sobre la respuesta a la invasión rusa y para elaborar estrategias sobre cómo debe actuar la OTAN.
La Reina Isabel saluda a Justin Trudeau en una audiencia en Windsor CastleAsí, tras su encuentro con Boris Johnson, se desplazó al Castillo de Windsor para saludar a la Reina Isabel, que además es su Jefa del Estado. No hay que olvidar que Canadá, además de miembro de la Commonwealth, cuya líder es la Reina Isabel, es una Monarquía Parlamentaria que tiene como Reina a Isabel II, así que no podía marcharse de Reino Unido sin saludar personalmente a la Monarca.
La Reina, con un vestido estampado y su collar de perlas de tres vueltas, se encontraba muy animada durante esta recepción. Se le vio muy delgada, pero no más que desde que comenzó a perder peso a medida que ha ido cumpliendo años. Dio la mano al Primer Ministro, al que ofreció una audiencia en la que no faltó la complicidad. Además, a la Reina Isabel le emociona especialmente cualquier acto o recepción relacionada con la Commonwealth o con países fuera de Reino Unido en los que ejerce como Jefa de Estado, como ocurre con Canadá. Su vínculo con Trudeau, cuyo padre también sirvió como Primer Ministro, es fuerte y sólido y así ha vuelto a ponerse de manifiesto.
La Reina Isabel y Justin Trudeau, muy cómplices en una audiencia en Windsor CastleLa Monarca muestra así que se encuentra bien, que tiene energía a pesar de que su salud se ha ido resintiendo profundamente desde 2021 y que efectivamente Windsor Castle se ha convertido ya definitivamente en su residencia y su centro de trabajo. La Reina Isabel no volverá a Buckingham Palace, que será ocupado nuevamente cuando el Príncipe Carlos sea Rey.
