La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han protagonizado un reencuentro discreto, pero cargado de significado. Ocurrió hace apenas dos semanas, en la ciudad de Barcelona, donde ambos coincidieron, por primera vez en mucho tiempo, en el domicilio de su hijo Pablo. Aunque separados desde hace años y llevando vidas completamente distintas, los exduques de Palma han demostrado que aún comparten una prioridad: el bienestar de sus hijos. En esta ocasión, el motivo fue la renovación de Pablo Urdangarin con el equipo de balonmano Granollers, un paso importante en su carrera como deportista.
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No fue una simple coincidencia. El martes 6 de mayo, a plena luz del día, Urdangarin fue visto descargando maletas de su Nissan, lejos del habitual Volvo que conduce, en el garaje del edificio donde reside Pablo. Mientras tanto, la Infanta Cristina se encontraba en las oficinas de La Caixa, situadas a apenas unos minutos a pie. Todo indica que este hecho no fue al azar, sino el resultado de una planificación para garantizar la intimidad en el reencuentro. Horas después, ambos padres compartían espacio en casa de su hijo, donde trataron temas relacionados con su futuro deportivo.
La renovación de Pablo por el club Granollers para una temporada más ha sido una excelente noticia para el joven, que empieza a consolidar su carrera como profesional del balonmano. La Infanta viajó desde Ginebra por compromisos laborales, mientras que Iñaki lo hizo desde Vitoria, esta vez sin su pareja actual, Ainhoa Armentia. Una visita que fue estrictamente familiar, centrada en apoyar a Pablo en su nueva etapa.
La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin en los Premios Nacionales del DeporteLa carrera de Pablo Urdangarin sigue ascendiendo. A sus 23 años, ha renovado por el Granollers y se consolida como una de las jóvenes promesas del balonmano nacional. La incorporación de Bruno Reguant , amigo cercano y excompañero en el Barcelona Atlètic, refuerza su confianza y unión dentro del equipo. La visita de su padre, que fue una figura destacada del balonmano en los años 90, adquiere un valor especial. Urdangarin padre no solo fue como exduque, sino como alguien que quiere aconsejar a su hijo en el camino que tiene por delante.
Cristina, más cerca de España y de su círculo familiar
En los últimos meses, la Infanta Cristina ha intensificado sus viajes a España, en parte por la reforma del piso que recompró en Pedralbes. Además, su presencia pública ha sido cada vez más habitual. Recientemente asistió junto al rey Felipe VI a la boda de Victoria López-Quesada, en una imagen que mostró su vuelta a ciertos círculos de la vida institucional. Este cambio de actitud contrasta con los años posteriores al escándalo judicial de su exmarido, en los que Cristina optó por una vida discreta y alejada del foco.
